El poste de barbero es uno de los símbolos más reconocibles en cualquier ciudad del mundo. Ese cilindro con franjas en espiral que giran y llaman la atención frente a una barbería no siempre estuvo relacionado solo con cortes de pelo y afeitadas. Su historia se remonta a varios siglos atrás y guarda un vínculo inesperado con la cirugía y la medicina medieval.
El origen histórico del poste de barbero
En la Edad Media, los barberos no se dedicaban únicamente al cuidado personal. También realizaban tareas médicas básicas, como extracciones dentales, curaciones y, sobre todo, sangrías: un procedimiento común de la época que consistía en drenar sangre para tratar enfermedades.
De allí provienen los colores:
- Rojo: simbolizaba la sangre.
- Blanco: representaba las vendas utilizadas.
- Azul (en algunos países): se asoció más tarde a las venas o incluso al patriotismo, especialmente en Estados Unidos.
El poste en sí evocaba la vara que los pacientes apretaban con la mano para que sus venas se hincharan antes de la sangría. Este objeto evolucionó con el tiempo en un emblema de la profesión.
Poste de barbero: evolución y permanencia
A partir del siglo XVIII, cuando la medicina comenzó a profesionalizarse, los barberos se enfocaron exclusivamente en el cuidado estético. Sin embargo, el poste sobrevivió como signo de identidad y se convirtió en un ícono universal de la barbería.

Hoy en día, no solo sirve para identificar el local, sino que además conecta con una tradición que mezcla historia, cultura y estética. En muchos lugares, sigue teniendo la clásica forma cilíndrica con un movimiento giratorio que genera la ilusión de continuidad infinita en sus franjas.
Tres datos curiosos sobre el poste de barbero
- Siglo XIII: aparecen los primeros registros de barberos-cirujanos en Europa.
- Colores universales: rojo, blanco y azul son los más comunes, aunque en algunos países solo se utiliza rojo y blanco.
- Símbolo cultural: en Estados Unidos, el azul se adoptó como guiño a los colores de la bandera nacional.
Un ícono que sigue vigente
A pesar de que la relación con la medicina quedó en el pasado, el poste de barbero se transformó en una marca registrada de la profesión. Hoy es parte del paisaje urbano y continúa despertando curiosidad por su origen y sus colores.
Más que un adorno, es un recordatorio de cómo, a lo largo de los siglos, la barbería pasó de la sala de curaciones a un espacio dedicado al estilo y al cuidado personal.
