Hay canciones que parecen pertenecer a una sola voz. Tal es el caso de “Todo cambia”, interpretada por Mercedes Sosa con la profundidad y el sentimiento que marcaron su carrera. Desde que la cantó por primera vez en los ochenta, su versión se volvió inseparable de su imagen.
Pero, en realidad, "La Negra" no fue la autora de este himno latinoamericano. La historia detrás de la canción tiene otro protagonista: Julio Numhauser, el cantautor chileno fundador de agrupaciones como Quilapayún y Amerindios.
El origen de "Todo cambia"
Julio Numhauser compuso “Todo cambia” a mediados de los años 70, cuando acababa de instalarse en Suecia. La dictadura de Augusto Pinochet en Chile recién comenzaba y, como muchos artistas, Numhauser fue forzado a dejar el país. Lejos de su cultura, su idioma y su paisaje, encontró en la música una forma de expresar el dolor, pero también la esperanza.
La canción nació como una reflexión poética sobre el paso del tiempo y la capacidad humana de adaptarse, resistir y renacer. Con una estructura sencilla pero profundamente emotiva, “Todo cambia” habla del cambio del clima, de los afectos, de los pueblos, y del corazón.
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De Suecia a Latinoamérica
En 1982 Mercedes Sosa decidió grabarla en su álbum ¿Será posible el sur?. El contexto no era menor: en Argentina todavía gobernaba la dictadura cívico-militar y Sosa regresaba de su propio exilio. Su interpretación de “Todo cambia” fue recibida con emoción y se volvió símbolo de resistencia, identidad y memoria para varias generaciones.
Poco tiempo después, la versión fue incluida en sus recitales. El impacto fue tal que, hasta el día de hoy, muchas personas creen que la canción fue escrita por ella. Sin embargo, Mercedes Sosa siempre reconoció la autoría de Julio Numhauser y destacó la belleza de su mensaje universal.
