Los incas fueron un pueblo originario que se extendió por el territorio de América del Sur, transformándose en el imperio más grande del continente durante la época precolombina.
Su territorio se extendió desde el océano Pacífico al oeste, hasta la selva amazónica y el Gran Chaco al este, y desde el río Ancasmayom en la actual Colombia al norte, hasta el río Maule, en lo que hoy es Chile al sur. Su capital se encontraba en Cuzco, que hoy es una ciudad peruana.
El Tahuantinsuyo hace referencia a las cuatro regiones en las que estaba dividido el pueblo, conocidos como suyos:
- Chinchaysuyo: al norte,
- Cuntisuyo: al oeste,
- Collasuyo: al sur,
- Antisuyo: al este.
La organización social de los incas
La organización social incaica era jerárquica y rígida. Aunque los derechos y privilegios dependían del lugar de que cada uno ocupara en la pirámide social, este pueblo se levantaba sobre una base completamente colectivista.
La base de la sociedad inca era el Ayllu, un grupo de familias que compartían un ancestro común, real o mítico, y que trabajaban la tierra en forma colectiva. También compartían ganado y fuentes de agua y se ayudaban en la construcción de viviendas. Operaba fuertemente el principio de reciprocidad. Este grupo entregaba tributos al Inca, que también almacenaba excedente de producción para redistribuir los recursos en momentos de necesidad.
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En la punta de la pirámide social se encuentra el Sapa Inca, es decir, el hijo del Sol, y su esposa, la Coya. Por debajo, estaba la nobleza. El grupo se encontraba dividido en dos: en nobleza de sangre, o sea que venían de linaje real, y la nobleza de privilegio, personas que llegaron ahí por destacarse en su servicio al Imperio. Los españoles los llamaban orejones, porque esta clase social utilizaba aros que les agrandaban los lóbulos.
Los hatun runa conformaban la base de la pirámide. Esta clase estaba compuesta por campesinos, artesanos y pescadores. Se encargaban de la producción de alimentos y manufacturas, y debían contribuir con su trabajo al Estado a través de la mita, un sistema de trabajo obligatorio, organizado por turnos que se utilizaba para la construcción de obras públicas, la explotación de minas y el servicio en el ejército.
Su economía
La economía estaba organizada en torno a la agricultura y un sistema de trabajo planificado y colectivo. Cultivaron una amplia variedad de productos, incluyendo:
- Papas,
- Maíz,
- Batata,
- Quinua,
- Algodón.
Practicaban técnicas como:
- Andenes - Terrazas agrícolas construidas en las laderas de las montañas para crear terrenos cultivables y optimizar el uso del agua;
- Sistemas de Riego - Canales y acueductos que transportaban agua desde las montañas hasta los campos de cultivo, asegurando la irrigación incluso en zonas áridas;
- Barbecho - Técnica de rotación de cultivos y descanso de la tierra para recuperar la fertilidad del suelo.
Las tierras que integraban el imperio estaban divididas en tres categorías: las tierras del Inca, que se cultivaban para la subsistencia del Inca, la nobleza y el ejército; las tierras del Sol, dedicadas al sustento de los sacerdotes y otros religiosos y las tierras de los Ayllus, cuya explotación estaba dedicada al sustento de la población en general.
También practicaban la ganadería de camélidos y la pesca. El trueque era una forma común de intercambio de bienes, especialmente entre diferentes regiones del Imperio.
¿Qué sucedió con ellos luego de la conquista española?
Los españoles llegaron al Tahuantinsuyo a principios del siglo XVI. En ese momento, el Imperio inca se encontraba debilitado por una guerra civil entre Huáscar y Atahualpa por la sucesión al trono. Atahualpa salió victorioso en 1532. Los europeos formaron alianzas con los grupos contrarios al gobierno. Eso facilitó la conquista.
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A pesar de la conquista y la dominación española, la cultura inca no desapareció por completo. La agricultura en terrazas es uno de sus legados. El quechua es una lengua que también se sigue hablando en la actualidad.