Para la psicología, la elección del color favorito comienza a darse desde los tres meses y está relacionada con el aprendizaje que se produce cuando el ser humano asocia estímulos, emociones o acciones con un determinado objeto. Sucede con los animales y los paisajes, entre otros.
Aunque cambia con el tiempo, entre los 3 y los 5 años, el color favorito comienza a reflejar rasgos de la personalidad. El azul, por ejemplo, habla de tranquilidad y lealtad mientras que el rojo está relacionado con la aventura y el carácter.
El favoritismo también se relaciona con la cultura. Los colores varían su significado según la zona geográfica en donde se esté, las leyendas y las creencias. En dos países distintos, el mismo tono puede indicar lo contrario. Por lo tanto, en ocasiones, la elección se da desde lo sociológico.