El objetivo de la demarcación horizontal es ordenar el tránsito, señalar determinadas circunstancias o indicar zonas prohibidas en las calles. Existen dos tipos:
- Longitudinales: Son las líneas que están pintadas a lo largo de las calles. Delimitan carriles o límites de las áreas de la calzada. Indican dónde es seguro sobrepasar a otro vehículo y dónde está prohibido hacerlo.
- Transversales: Se ubican perpendicular al eje de la calzada. Sirven para indicar sectores de reducción de velocidad ante un punto de riesgo y para señalar la existencia de líneas que no pueden ser sobrepasadas, teniendo en cuenta el derecho de paso. Un ejemplo es la senda peatonal.
Ambas indicaciones tienen el mismo orden de prioridad y deben ser respetadas.
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Hay otras demarcaciones más específicas en varios puntos de la Ciudad, que no entran en las clasificaciones anteriores. Entre ellas están los cordones pintados, marcas canalizadoras, isletas, marcas para niebla y separadores de tránsito.
Todo aquello señalado en color anaranjado, indica los lugares destinados al estacionamiento exclusivo de ciclorodados y motovehículos. Las señales en color amarillo marcan la prohibición de estacionar durante las 24 horas.
Otros ejemplos de demarcaciones horizontales son:
- Línea de detención.
- Senda para ciclistas.
- Flechas.
- Ceda el paso.
- Cruce ferroviario.
- Carril exclusivo y de emergencia.
- Pare.
¿Con qué material se pintan las demarcaciones horizontales en las calles?
Se utiliza un producto especial llamado pintura termoplástica preformada con microesferas de vidrio.
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Entre sus características principales, este material se endurece como una piedra, una vez que alcanza la temperatura ambiente. Además, es preformada porque está previamente cortada con las formas necesarias, como por ejemplo las letras que crean la palabra "bus" o "pare" o incluso puede traer formas como una bicicleta.
¿Cómo es el proceso?
Una vez que se delimita dónde irán ubicadas estas figuras, se apoyan sobre el asfalto, se calientan con un soplete y se funden en la superficie. Cuando el material todavía está tibio, se aplican microesferas de vidrio, que le aportan la característica de reflectancia, es decir que refleja la luz. Otra propiedad de este material es que no resbala.