Holtsós, es una laguna que se forma en un lugar único, que se encuentra al sur de Eyjafjallajökull, al sur de Islandia. Allí confluyen una hilera de campos verdes, un río amarillo, una playa de arena negra y el océano.
La unión de estos cuatro elementos de la naturaleza destacan por su rareza y por sus colores. Hacen que sea un sitio atractivo para turistas y para fotógrafos, ya que no existe otro lugar del mundo donde se de un fenómeno similar.
El nombre de este lugar aparece en la mitología y literatura nórdica.
Holtsá, el río que pasa por Holtsós
En Islandia se encuentra el glaciar Vatnajökull, que es el más grande del país y el segundo más grande de Europa. Su deshielo alimenta algunos ríos que llegan a la costa, uno de ellos es el Holtsá. El brillante color amarillo del río debe su apariencia al la gran cantidad de contenido sulfúrico de las tierras del lugar. Desde las alturas, se ven pequeños afluentes que brotan desde las montañas y alimentan a la principal vía de acceso al mar.
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La zona es bastante agreste y está compuesta por un desierto volcánico, cubierto de lava y ceniza, que es lo que le da el color negro a la arena que separa al río glaciar del mar.
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La laguna que se forma en medio de toda esta naturaleza se llama laguna de marea o costera. Eso quiere decir que tiene poca profundidad y que está separada del agua del mar por una especie de barrera, que en este caso es la arena de color negro. Gracias a este límite, se mantiene el color amarillo del agua, que es una de las cosas que distingue al lugar.
