Lo que en la vida cotidiana parece imposible, el juego argentino Cebador lo hace realidad: si querés cruzar las puertas del Cielo del Mate, antes tenés que aprender a cebarle "un buen mate" a Dios, como reza el supremo personaje.
Desde Billiken conversamos con Diego Azario y Nano Bevacqua, los creadores del juego mobile que rinde homenaje a una de las bebidas, tradiciones, costumbres ―o como el lector guste llamarlo― más importantes de Argentina.
¿Cuál fue el proceso creativo detrás de Cebador?
Hay mil maneras de llamarle al mate: matienzo, matesuli, materiales, mattioli, matecito, matecín, amargos y verdes, entre tantas otras. Sin embargo, ningún juego argentino se había propuesto que el mate fuera el centro de la historia.
Hasta que llegaron Diego y Nano con Cebador, por supuesto. Los creadores se conocieron en un curso de diseño de videojuegos que ofrecía la UTN (Universidad Tecnológica Nacional), y desde entonces se volvieron amigos. Con el tiempo, se cruzó una primera idea: "che, hagamos un juego juntos".
Fruto de idas y vueltas, aparecieron algunas definiciones. El juego debía desprenderse de sus propias habilidades y ser uno que pudieran terminar, ya que es muy común que este tipo de proyectos queden a la mitad por el tiempo, esfuerzo y energía que llevan. Otra certeza era que debía ser accesible y fácil de entender, para que pudieran jugarlo personas de todas las edades.
Pero, ante todo, debía ser "argento". Y entre costumbres diversas, como la figura del sodero o la parrilla en la ruta, ganó la idea de cebar mates. Cuando se combinaron la programación y el ingenio, con el diseño y la creatividad, surgió la primera versión de Cebador. Y la dupla que formaron pasó a llamarse Cebatorio de Juegos.
El juego argentino y la "rivalidad" mate vs. café
El objetivo principal del juego argentino es aprender a cebarle "un buen mate" a Dios, que está vestido de gaucho ―como no podía ser de otra forma―. Sin embargo, para que el juego presentara un desafío, Diego y Nano cuentan que era necesario caracterizar al personaje principal de una forma muy distinta:
- No toma mate ni le gusta.
- Su bebida favorita es el latte macchiatto de vainilla.
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A medida que avanzan los niveles, el mismo personaje deberá conocer la tradición argentina, tomar sus propios mates y aprender a cebarlos a gusto de los otros. Para los amantes del mate tradicional, puro, amargo, las cosas se complican. Ya no vasta con volcar agua caliente sobre la yerba finamente colocada, sino que hay que convivir con:
- Quienes lo prefieren dulce, con azúcar.
- Quienes lo toman con yuyos.
- Algunos "zarpados" que le tiran azúcar o yuyos por su cuenta.
- Aquellos que se quedan hablando como si el mate fuera un micrófono.
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¿Cuándo estará disponible el juego argentino?
Desde el 17 de agosto ya está disponible la versión beta de Cebador. Este tipo de versiones son aquellas que aún se encuentran en desarrollo, y en la mayoría de los casos se ofrecen al público para evaluar si funciona, qué sería necesario ajustar y también si gustó a la gente.
Dos detalles no menores que llamaron la atención de muchos jugadores fueron los diálogos entre el protagonista y su abuela, y que el personaje llegara al Cielo del Mate luego de ser atropellado por un colectivo de la línea 102.
¿Por qué esa línea? Varias son las lecturas que hicieron sus creadores y aficionados. Antes que nada, es un bondi que sus creadores frecuentaron. A eso se suma que pasa a una cuadra del Cementerio de Recoleta. Y, por último, que une el clásico barrio de Barracas con el barrio de Palermo, quizás la cuna del latte macchiato.