El 27 de septiembre de 1990, se sancionó en Argentina la Ley 23.849. Con ella se puso en vigencia la Convención sobre los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, creada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). De esta forma, el Estado argentino se comprometió con la protección integral de derechos de la niñez y la adolescencia en todo el territorio nacional.
Le corresponde al Estado garantizar el acceso a:
- La salud,
- La familia,
- La educación,
- La participación
- La identidad.
A partir de la Convención, se reconoce a niñas, niños y adolescentes como sujetos plenos de derechos y garantías, a través de la consolidación de sus cuatro principios generales: el derecho a ser oído, a la no discriminación, a la vida y el desarrollo, y la consideración primordial del interés superior del niño.
¿Qué es la Convención sobre los Derechos del Niño?
En 1989, la mayoría de los países del mundo adhirieron a la Convención de los Derechos del Niño, creada por la ONU. Se trata de una ley internacional, que hoy es el acuerdo de Derechos Humanos más ratificado de la historia. Establece que la infancia es independiente de la edad adulta, que se extiende hasta los 18 años y que es una etapa protegida durante la cual se debe garantizar que los niños crezcan, aprendan, jueguen, se desarrollen y prosperen con dignidad.
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Aunque su existencia permitió el avance en áreas acerca del bienestar de los más jóvenes, todavía queda mucho por hacer, ya que muchos siguen sufriendo violaciones a sus derechos.
¿Cuáles son los derechos de Niñas, Niños y Adolescentes?
La Convención establece 24 puntos para garantizar el bienestar de niños, niñas y adolescentes, entre ellos el derecho a la vida, a tener un nombre y una nacionalidad, a la identidad, a vivir con una familia, a tener contacto con su familia si vive en otro país, a recibir protección contra el secuestro y a poder expresarse libremente.
Otros que están incluídos son:
- Derecho a la libertad de pensamiento y de religión.
- Derecho a asociarse y reunirse.
- Derecho a que se respete su vida privada.
- Derecho al acceso a la información
- Derecho a ser protegidos contra la violencia.
- Derecho a recibir protección en caso de estar en situación de vulnerabilidad.
- Derecho a una vida plena en caso de discapacidad.
- Derecho a la salud, a una alimentación saludable y a un entorno limpio y seguro donde vivir.
- Derecho a recibir educación.
- Derecho a que su lengua, religión y cultura sean respetadas.
- Derecho al descanso, al juego y a participar de actividades artísticas.
- Derecho a recibir protección contra el trabajo peligroso.
- Derecho a ser protegido contra cualquier forma de explotación.
- Derecho a recibir asistencia jurídica y a tener contacto con sus familias en caso de niños que se encuentren privados de su libertad.
- Derecho la protección durante conflictos bélicos.
- Derecho a recibir ayuda en caso de maltrato o desatención.
- Derecho a recibir asistencia y trato justo en caso de niños que hayan incumplido la ley.
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En Argentina existe otra ley que cristaliza estos derechos: la 26.061 de Protección Integral de los derechos de las Niñas, niños y adolescentes. Quienes trabajan en escuelas públicas, privados y centros de salud deben comunicar cualquier violación a sus derechos a la autoridad más cercana.
