El deporte nacional de Argentina se llama pato. Nació en el siglo XVI en las comunidades gauchas, que lo practicaban en las estancias donde vivían.
En sus inicios, el deporte se practicaba con un pato muerto -y a veces vivo- puesto dentro de una bolsa; esta es, justamente, la razón por la que el juego se llama así. En 1953 el decreto 17.468 lo declaró como Deporte Nacional Argentino, pero fue reglamentado recién en 2017 mediante la ley 27.368.
¿Cómo se originó el pato en Argentina?
El pato es un deporte ecuestre originario de Argentina creado por los gauchos que practicaban este juego en el campo.
Desde la época de la colonia hasta fines del siglo XIX, era el deporte más popular para los hombres argentinos.
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Originariamente se utilizaba un ave muerta para jugar, generalmente un pato, dentro de una bolsa de cuero con cuatro manijas, y se trataba de un juego brusco y fuerte que daba lugar a encuentros peligrosos.
Recién en 1938 el pato pasó a ser una práctica deportiva que, sin dejar de ser algo riesgosa, empezó a desarrollarse en un clima familiar.
¿Cómo se juega al pato, el deporte nacional de Argentina?
El juego consiste en que los jugadores de un equipo se pasen una bocha entre sí para lograr meterla en el aro del equipo adversario. Eso es el "pato": una pelota de cuero que tiene una cámara neumática y seis asas. Los caballos utilizados en el pato competitivo son caballos criollos de hasta 1,45 metros de alzada.
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Los ocho jinetes arrancan el juego en posiciones prefijadas. El equipo que posee el pato avanza hacia la línea final para arrojar al aro y así concretar un tanto.
Los jugadores de ambos equipos tienen derecho a recoger el pato cuando está en el piso, lo que exige un dominio del caballo y una gran fortaleza física, y quien lo agarra puede pasarlo a un compañero o cabalgar rumbo al aro.
