Las cárceles abandonadas despiertan cierta curiosidad en las personas. Alcatraz, no solo fue el hogar de presos y policías, también alberga entre sus paredes mitos y anécdotas de la época en la que funcionaba y era conocida como uno de los penales más estrictos de Estados Unidos. Te contamos más sobre su historia.
Alcatraz fue una cárcel de Estados Unidos, ubicada en una isla frente a la costa de San Francisco, California. Se trató de una prisión de máxima seguridad que funcionó desde 1934 a 1963. Su locación era perfecta para este fin: al ser una isla rodeada de agua helada y ante la presencia de fuertes corrientes de viento en la zona, ningún prisionero se podría escapar.
El edificio se construyó entre 1910 y 1912 y cumplió diversas funciones, hasta que en 1933 fue adquirido por el Departamento de Justicia del país. Durante un año aproximadamente, se realizaron modificaciones para modernizarlo.
Llegó a albergar a 250 personas, entre los que se encontraban presidiarios que causaban problemas en otras cárceles y algunos de los criminales más famosos de Estados Unidos, como:
La penitenciaría estaba compuesta por 4 bloques: A, B, C y D. Las celdas, la oficina del alcalde, la biblioteca y la barbería estaban distribuidas en tres pisos. Además contaba con una cocina y comedor compartidos y un hospital. En el Bloque D, se encontraban los peores criminales y cinco celdas conocidas como El Agujero, donde se encerraba y castigaba a aquellos que rompían las reglas.
Se consideraba un lugar de último recurso, donde se encontraban aquellas personas que no tenían posibilidad de rehabilitarse y reinsertarse en la sociedad. Su reputación no era buena: era la cárcel más temida y estricta del momento y sus reclusos denunciaban maltratos y actos de violencia extrema por parte del personal penitenciario.
En la década del 50, las condiciones mejoraron y sus presos pudieron obtener privilegios por buena conducta.
Alcatraz funcionó durante 29 años. En ese tiempo, 36 reclusos organizaron 14 intentos de escape. El único que podría pensarse como exitoso fue en junio de 1962. Tres prisioneros planificaron su escape utilizando herramientas fabricadas por ellos. Querían completar la ruta usando los conductos de ventilación del edificio y la idea era navegar hasta la Isla Ángel, cambiarse de ropa, llegar al continente y mezclarse con la población de San Francisco para empezar una nueva vida. Nunca se supo si lograron llevarlo a cabo, o sucumbieron en el intento.
Debido a los elevados costos de mantenimiento y a sus métodos y reputación cuestionables, la cárcel fue clausurada el 21 de marzo de 1963. Hoy en día la penitenciaría es un museo gestionado por el Servicio Nacional de Parques. Es una de las mayores atracciones turísticas de San Francisco. Recibe a 1,5 millones de visitas anuales.
Los turistas pueden visitar las instalaciones, recorrer las celdas, escuchar historias sobre los intentos de fuga y conocer cómo eran las inhóspitas condiciones en las que funcionaba el lugar.
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