En Dublín, capital de Irlanda, una artista urbana decidió rendir homenaje a Diego Armando Maradona con un colorido mural ubicado muy cerca del estadio donde el astro argentino jugó en 1980. La obra, además de sorprender a los fanáticos del fútbol, revive una historia poco conocida: el día en que el “10” brilló en suelo irlandés.
Un homenaje a Maradona en las calles de Dublín
En una pared de Havelock Place, en el corazón de Dublín, existe un mural dedicado a Diego Maradona. La obra fue realizada por la artista Chelsea Jacobs, conocida por transformar rincones urbanos en verdaderas galerías a cielo abierto.
El retrato muestra a Maradona sonriente, con la camiseta celeste y blanca, acompañado por la inscripción “Ver la pelota, correr tras ella, me convierte en el hombre más feliz del mundo”.
El mural no fue elegido al azar: se encuentra a pocas cuadras del histórico estadio Lansdowne Road, el lugar donde Maradona jugó con la Selección Argentina en un amistoso disputado hace más de cuatro décadas.
Desde su inauguración, el mural se convirtió en una parada obligada para turistas y locales. Muchos argentinos que viven en Dublín se acercan a dejar banderas, camisetas o mensajes de agradecimiento.
El día que Maradona jugó en Irlanda
El 16 de mayo de 1980, la Selección Argentina visitó Irlanda para disputar un amistoso frente al combinado local. Maradona tenía apenas 19 años, pero ya era una de las grandes promesas del fútbol mundial.
El encuentro terminó 1 a 0 a favor de Argentina, con gol de "Rana" Valencia tras una asistencia del propio Maradona, quien deslumbró al público con su talento. Según recuerda el medio The 42, los hinchas irlandeses quedaron fascinados con el joven argentino, a quien describieron como “una estrella destinada a cambiar el fútbol para siempre”.
Aquel partido se jugó en el Lansdowne Road Stadium, uno de los escenarios deportivos más antiguos del mundo, inaugurado en 1872. Décadas después fue demolido y reemplazado por el moderno Aviva Stadium, pero para los fanáticos, ese encuentro con Maradona quedó grabado como un capítulo especial de su historia.
Un puente entre Irlanda y Argentina
Aunque pueda parecer una coincidencia, Irlanda y Argentina comparten una relación histórica que va más allá del fútbol. El vínculo entre ambos países se remonta al siglo XIX, cuando numerosos inmigrantes irlandeses se establecieron en territorio argentino.
Uno de los nombres más recordados es el del almirante Guillermo Brown, héroe naval argentino nacido en Irlanda, considerado el padre de la Armada Argentina. Su figura es un símbolo de la amistad entre ambas naciones.
Durante la Guerra de Malvinas, muchos irlandeses también expresaron su apoyo a la Argentina, reforzando ese lazo histórico y emocional que hoy revive con gestos como el mural de Maradona.
Una huella eterna en el corazón del fútbol
El mural de Dublín no solo homenajea a un ídolo, sino que también recuerda el poder del fútbol para unir culturas y generaciones. Cuatro décadas después de aquel amistoso, el rostro de Maradona sigue inspirando arte, nostalgia y emoción, incluso en los rincones más lejanos del planeta.
Para los irlandeses, el “10” ya no es solo una leyenda argentina: también forma parte de su memoria deportiva. Y para los argentinos, este mural es una muestra más de que, donde haya una pelota y una pared en blanco, siempre habrá alguien dispuesto a pintar su historia.
