Armando Discépolo se convirtió en uno de los escritores teatrales más importantes del teatro argentino, cuyas piezas han marcado épocas. Formó la “Compañía Teatral de Aficionados” y estrenó más de treinta obras.
Nació un 18 de septiembre de 1887 en Buenos Aires. Cuando tenía 18 años ingresó a la actuación, pero en realidad disfrutaba mucho más de crear personajes que de interpretarlos.
Su hermano, Enrique Santos, también dejó huellas: fue un gran compositor, músico, dramaturgo y cineasta, recordado por los famosos tangos “Yira, yira”, “Cambalache” y “Cafetín de Buenos Aires”.
Entre 1910 y 1934 se ubica la producción teatral de Armando Discépolo, época dominada por los géneros del sainete y la zarzuela, que reflejaban las costumbres de los recientes inmigrantes provenientes, en su mayor parte, de Europa. El escenario principal de estas obras eran los patios de los conventillos. En paralelo, autores como Gregorio de Laferrère y Florencio Sánchez ponían en escena el drama social.
En este contexto, el público del teatro crecía. A aquellos inmigrantes se les fue sumando una nueva clase media cuya realidad era distinta y que no se sentía representada en el sainete, género que comienza a transformarse en el tragicómico y que un poco más adelante dará inicio al grotesco criollo.
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Las primeras obras de Discépolo, como "La Torcaza", "El novio de mamá" y "La espada de Damocles" fueron sainetes, pero luego su pluma se fue hacia el grotesco criollo con piezas como "Mateo", "El Organito", "Stéfano", "Cremona", "Relojero” y “Babilonia”, donde aparecen temas como el fracaso de los sueños, el desencanto y el inconformismo.
Discépolo saca la acción del patio y la coloca en el interior de las viviendas, en los cuartos, cocinas y sótanos. El esfuerzo de la vida y los dolores familiares y personales son puestos en primer plano en una atmósfera donde reina el pesimismo y la tristeza. Los personajes viven en una realidad social que los aplasta y asfixia y suelen estar rodeados de miseria.
Más tarde, a partir de 1934, se dedicó a la dirección teatral de obras de Roberto Payró, León Tolstoi, Somerset Maugham, Anton Chéjov, Bernard Shaw y William Shakespeare. También trabajó en la escritura de guiones para cine y televisión.
Discépolo falleció el 8 de enero de 1971 a los 83 años. Sus restos fueron velados en una sala de la Casa del Teatro.
El grotesco criollo es considerado la expresión más auténtica del teatro argentino. Un género que supo dar cuenta de la realidad cotidiana de las clases más desfavorecidas, entre las cuales se encontraban los inmigrantes, en un orden social injusto y despiadado.