Sin importar la duración del vuelo o la experiencia de los pasajeros, ningún pasajero se siente cómodo cuando el capitán del avión les ordena colocarse los cinturones porque se aproxima una zona de turbulencias.
Estos movimientos, que se producen de forma natural y son inevitables, pueden generar miedo y pánico en la aeronave. Por lo tanto, la tripulación está capacitada para saber cómo calmar a las personas ante una situación de estas características.
Y, si bien la mayoría de las turbulencias son breves y se identifican como pequeñas vibraciones, hay otras mucho más fuertes, capaces de destrozar el interior del avión.
¿Por qué se producen las turbulencias?
Las turbulencias experimentadas por los vuelos comerciales pueden ser definidas como remolinos de aire que se producen a gran altura, por la influencia de diferentes situaciones meteorológicas.
En otras palabras, es un fenómeno cotidiano, que puede presentarse con una intensidad variada y que se genera por cinco motivos:
- La formación de nubes verticales.
- Las tormentas.
- Los cambios en las corrientes de aire que se producen en sectores próximos a cadenas montañosas o en zonas de corrientes de chorro.
- El choque de las grandes masas de aire contra las alas del avión.
- La cizalladura, identificada como un fenómeno climático violento, que se genera por la desaceleración del viento o su cambio de dirección entre dos puntos en la atmósfera terrestre.
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¿Qué tipo de turbulencias existen?
Como hemos mencionado, las causas de las turbulencias son muy variadas e incluso se pueden combinar, generando una experiencia impactante y desagradable para los pasajeros de un avión.
Por lo tanto, antes de reservar una butaca, es aconsejable informarse sobre los tres tipos de turbulencias que existen:
- Leves - Se identifican como pequeños temblores del avión que, en la mayoría de las ocasiones, son imperceptibles para los pasajeros.
- Moderadas - Turbulencia de gran intensidad, que requiere que todos los pasajeros tomen asiento, abrochen sus cinturones y sigan las recomendaciones de los tripulantes.
- Severas - Fenómenos peligrosos, que no ocurren con mucha frecuencia y pueden ser ocasionados por una cizalladura. Además, se perciben como movimientos bruscos del avión, que pueden causar daños materiales e incluso lastimar a pasajeros y tripulantes.
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¿Qué recomendaciones hay que seguir cuando se produce este fenómeno?
No hay dudas de que es imposible evitar las turbulencias. Sin embargo, también es importante reconocer que los pilotos cuentan con la experiencia necesaria para atravesar la situación de la mejor manera.
Entonces, quienes se encuentren en pleno vuelo y tengan la mala fortuna de presenciar una turbulencia moderada o severa, es recomendable que:
- Sigan las recomendaciones de los profesionales.
- Mantengan la tranquilidad en sus asientos, sin desabrocharse el cinturón.
- Buscar una fuente de distracción, para disminuir los nervios del momento.
- Hidratarse.
Por último, otro punto importante es reservar las butacas centrales. Es decir, los pasajeros que se ubican en asientos cercanos a las alas, sentirán un impacto menor en comparación a los demás.