El misterioso pangolín, el único mamífero con escamas del planeta, se ganó el mote del más peculiar del mundo. Sus diversas cualidades son únicas entre los animales y, debido a ser víctima de un masivo comercio ilegal también es la especie más deseada.

Existen muchos aspectos de su naturaleza y comportamiento que aún se mantienen como un misterio: cómo se emparejan y se aparean, cuánto dura la gestación, cuánto viven en libertad o si su comportamiento es más o menos territorial, entre otras cosas.

¿Qué hace tan peculiar al pangolín?

Sus peculiares características le valieron apodos como “oso hormiguero con escamas”. Posee la capacidad para erguirse sobre sus dos patas traseras y, con el sustento que le proporciona su poderosa cola prensil, avanzar bamboleándose. Es uno de los pocos mamíferos, además de los humanos, algunos primates y canguros, que practican el bipedalismo.

El pangolín es, también, el único mamífero con escamas similares a las de peces y reptiles, mientras que la coraza del armadillo es de naturaleza ósea. Esas escamas forman una armadura que recubre la parte superior de la cabeza, todo el dorso y la cola, pero no la cara, la garganta, el vientre y la parte interior de las patas. Le sirve como protección frente a sus depredadores: cuando se siente amenazado, se enrolla sobre sí mismo.

¿Por qué se convirtieron en víctimas del tráfico de animales?

El pangolín es una de las especies más deseadas por el hombre para su comercio: cada vez es mayor la demanda de estos animales desde Asia, especialmente desde China y Vietnam, donde se pagan grandes sumas por su carne y sus escamas. En ambos países, comer pangolín es una demostración de riqueza. Los hombres de negocios acuden a exclusivos restaurantes y encargan un ejemplar vivo, que es presentado en la mesa antes de ser sacrificado ante a los comensales. Por un pangolín vivo se pagan hasta 1.000 dólares, y 300 por el kilo de carne.

Gran parte de los pangolines capturados en Asia se destinan a restaurantes, lo que a su vez ha provocado que la demanda se traslade a África —el otro continente donde hay pangolines—, que se ha convertido en el segundo gran mercado y suministrador de estos animales. No obstante, y debido a la extremada sensibilidad y estrés que acusan y que impide que sobrevivan al traslado, los pangolines africanos se destinan sobre todo a los mercados de carne y para el suministro de escamas a los establecimientos de medicina tradicional, donde alcanzan los 3.000 dólares el kilo.