La jornada récord tuvo lugar hace más de 100 años, pocas semanas después de que la primera gran nevada tiñó las calles de blanco.
Entre el otoño y el invierno, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires suele experimentar temperaturas bajas que, en ocasiones, permiten alcanzar valores bajo cero. Pero, ¿Cuál es el récord y cuándo tuvo lugar?
Para sorpresa de muchos, el récord histórico se estableció hace más de 100 años. Por lo tanto, la experiencia de un frío tan intenso se transmitió como un recuerdo especial, de generación a generación.
Además, el récord de temperatura mínima absoluta tuvo lugar pocos días después de que Buenos Aires se tiñó de blanco, en el marco de la tormenta de nieve más grande de su historia.
Según los historiadores y los meteorólogos, el invierno de 1918 fue uno de los más intensos del que se tenga registro, ya que los valores bajo cero se plasmaron sobre el termómetro en repetidas ocasiones.
Durante los últimos días de junio, el clima sobre la Ciudad de Buenos Aires reflejó la intensidad de la temporada con mínimas de -2,1°C. Pero, aunque la cifra impactó, nadie se animó a pensar que a fines de julio habría un día más frío.
Es decir, el 9 de julio de 1918 fue el día con la temperatura más baja en la historia del centro porteño, dado que el termómetro descendió hasta -5,4°C y estableció un récord que se mantiene desde hace 105 años.
A pesar de que nadie podía adivinar la cifra, los vecinos y turistas que recorrieron la Ciudad de Buenos Aires durante el invierno de aquel año, tenían un leve presentimiento de que el récord se podría romper.
Sucede que pocas semanas antes de establecer la marca histórica, el centro porteño experimentó un fenómeno climático pocas veces visto: una nevada intensa, que generó un acumulado de hasta 15 centímetros en las calles.
Este suceso extraño ocurrió el 22 de junio de 1918 y, como era de esperar, reunió en la vía pública a miles de personas que interrumpieron sus rutinas para disfrutar la experiencia que, en algunos casos, era completamente desconocida.
Sin embargo, en aquella jornada la temperatura no fue tan baja. Según los registros, la mínima marcó -1.4°C, mientras que la máxima se posicionó cerca de los 9°C.
La gran mayoría de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires que tengan más de 16 años podrán recordar que el 9 de julio de 2007 el cielo se nubló y, de forma inesperada, comenzó a nevar.
Si bien este fenómeno despertó los mismos sentimientos que en 1918, la tormenta no fue tan intensa y las mínimas no fueron tan extremas, ya que alcanzaron un tope de 0,6°C.
Es por eso que, a pesar de ser recordado como uno de los eventos climáticos más impactantes de los últimos años en la ciudad, el récord de temperatura mínima del siglo XX aún sigue en vigencia.
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