Kaikomako, también conocida como pennantia baylisiana, es la especie del árbol más solitario del mundo, que se encuentra en la remota isla de Tres Reyes, al norte de Nueva Zelanda.
Este extraño árbol, que durante medio siglo fue el único de su especie en sobrevivir, puede alcanzar hasta los 8 metros de altura y en la actualidad comparte su hábitat natural con otros 200 ejemplares que fueron plantados en las últimas décadas.
Y, si bien no es un motivo oficial, se cree que esta especie estuvo al borde de la extinción porque animales salvajes de la isla, como los cerdos y las cabras, se encargaron de comer y destruir todos los ejemplares.
¿Por qué esta especie tiene el árbol más solitario del mundo?
La pennantia baylisiana no solo tiene el árbol más solitario del mundo, sino que también fue elegida por los Récord Guinness como la especie de la planta más rara del mundo.
Si bien hay registros que indican que en la antigüedad era un arbusto que crecía en abundancia y con mucha facilidad, todo cambió cuando la naturaleza avanzó y terminó con prácticamente todos sus ejemplares.
Es decir, debido a que los animales de la zona se alimentaban de la planta y que esta isla de Nueva Zelanda está sometida a fuertes tormentas, el Kaikomako estuvo muy cerca de extinguirse y, al momento de su descubrimiento, solo había un ejemplar.
El primer hallazgo estuvo en manos del botánico neozelandés Geoff Baylis, que en 1945 se encontró con el árbol en medio de la isla de los Tres Reyes y documentó la situación.
Sin embargo, desde 1950 en adelante se llevó a cabo un enorme proceso científico mediante el cual se logró extraer semillas de esta especie y plantarlas en otros sectores para intentar recrearla.
Actualmente, se cree que existen al menos 200 plantas de la pennantia baylisiana, que fueron repartidas tanto en la isla como en jardines públicos y privados del resto de Nueva Zelanda.
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¿Cuáles son las características del Kaikomako?
La especie pennantia baylisiana se caracteriza por tener plantas de tamaño pequeño, con hojas brillantes que pueden alcanzar hasta 160 milímetros de largo, y múltiples troncos.
Como ya hemos mencionado, tienen la capacidad de crecer hasta los 8 metros de altura en cultivo y 5 metros en un ambiente natural, al mismo tiempo que producen su propio fruto.
Es decir, entre enero y abril entrega frutos morados, que pueden tener hasta 10 milímetros de longitud y contienen una sola semilla.
Finalmente, otra de las propiedades distintivas de la especie es que sus flores, de color verde y blanco, aparecen entre octubre y noviembre.
¿Qué sucederá con esta especie en el futuro?
Al igual que ocurre con todos los representantes del reino vegetal y animal, es imposible asegurar qué ocurrirá la especie del árbol más solitario.
Pero, dadas las circunstancias, es probable que el Kaikomako pueda seguir en recuperación dentro de la isla de los Tres Reyes, que se encuentra a 55 kilómetros de los otros sectores del país en donde crecen las plantas más jóvenes.
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Entonces, si continúa recibiendo los cuidados actuales, es probable que los científicos sigan plantando semillas e incluso hay posibilidades de que crezca un nuevo árbol de forma tradicional.
Imágenes de la especie del árbol más solitario del mundo
