Uno de los naufragios más misteriosos que ocurrió sobre las costas de Argentina es el que tuvo como protagonista al buque alemán Margaretha, el 29 de septiembre de 1880.
Durante aquella jornada primaveral, la embarcación impactó contra la arena y allí quedó para siempre. Curiosamente, aunque en el momento del accidente solo había un puñado de viviendas en las inmediaciones, hoy se encuentra el centro turístico más importante del balneario de Mar de Ajó.
Por lo tanto, en la actualidad, los restos del buque Margaretha representan uno de los mayores atractivos turísticos de la ciudad. Y, como era de esperar, aunque existe una teoría oficial sobre su naufragio, todavía sobreviven múltiples leyendas.
¿Cómo naufragó el buque Margaretha en Mar de Ajó?
La historia del buque Margaretha comenzó en la ciudad de Elsfleth, Alemania, cuando realizó su primer viaje en 1872. Pero su vínculo con Argentina y el balneario Mar de Ajó recién inició durante el cierre del año 1880.
En un viaje hacia Chile, que el capitán del navío pretendía completar por el Estrecho de Magallanes, la tripulación perdió el control del barco durante una fuerte tormenta y éste encalló en las playas ya mencionadas.
Y, aunque hasta el momento se presentó como un accidente habitual, el misterio comenzó pocas horas después, cuando los primeros rescatistas que llegaron al lugar descubrieron que no había tripulantes.
En otras palabras, este barco de 572 toneladas, que medía 45,5 metros de longitud y 10 metros de ancho, llegó en solitario y en perfectas condiciones, con su carga intacta.
¿Qué leyendas se crearon a partir del accidente del buque Margaretha?
Debido a las pocas personas que presenciaron el naufragio del Margaretha y la escasa información que se registró durante sus primeros días de estadía en Mar de Ajó, se crearon leyendas que incrementaron su tamaño con el correr del tiempo.
Es decir, si bien se confirmó que, ante una mala maniobra del capitán, la tripulación decidió abandonar en pequeños botes el navío antes del impacto y todos fueron rescatados por la corbeta española Paquete de Valdegas, se crearon las siguientes hipótesis:
- Los tripulantes, asustados por la presencia de nativos en el lugar, escaparon.
- Los pasajeros del Margaretha fueron rescatados por un navío francés.
- Ocurrió un crimen a bordo del barco y no quedaron sobrevivientes.
Incluso, décadas después del accidente, se difundió otra historia muy curiosa que, en esta oportunidad, se enfocó sobre uno de los cargamentos del buque alemán: toneles de vino francés.
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Según la leyenda, una de las primeras personas en llegar descubrió esta cara bebida y decidió ocultarla entre los médanos. Pero, por acción de la naturaleza, el viento modificó el formato de las dunas y la ubicación de los toneles se perdió.
Finalmente, en épocas más recientes, un equipo de trabajadores habría llegado a este punto de Mar de Ajó para instalar una bomba de agua y, tras realizar las perforaciones, “salió vino”.
¿Qué había en el interior del navío cuando ocurrió el naufragio?
Además de las leyendas sobre lo que ocurrió con la tripulación del Margaretha y sobre el destino de sus toneles de vino, también surgieron diversas teorías a partir del cargamento que quedó en el interior del buque tras el impacto. Allí encontraron:
- 700 toneles de pólvora.
- Muebles.
- Aceite de linaza.
- Kerosene.
- Té.
- Azúcar.
- Maderas.
- Dos pianos.
- Motores.
- Pintura.
- Planchas de bronce.
En fin. Aunque quizás nunca se conozcan todos los detalles del naufragio del Margaretha durante los últimos años del siglo XIX, no hay dudas que marcó la historia del lugar.
Por un lado, durante el crecimiento del balneario, antes de adquirir su nombre actual (Mar de Ajó), los turistas lo conocían como Playa La Margarita. Y, por el otro, hay registros de que el primer hotel de la zona, que se inauguró a mediados de 1930, se llamó Margaretha.
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Hoy en día se conservan muy pocos restos de la embarcación. Sin embargo, representan una célebre atracción turística, emplazada en la intersección de las avenidas Libertador San Martín y Costanera.
