Es una pequeña localidad de Chubut, con menos de 1.000 habitantes, que lleva un extraño nombre relacionado a un antiguo vecino del lugar.
Paso del Sapo es una pequeña localidad ubicada al noroeste de la provincia de Chubut, en el Departamento de Languiñeo, que se encuentra frente al río Chubut, rodeada de montañas antiguas.
Si bien el ritmo del pueblo es muy tranquilo porque tiene menos de 1.000 habitantes, se identifica como un sitio abierto al turismo, en donde se organizan grandes festivales.
Y, además de recibir viajeros interesados en su cultura y en sus paisajes, nunca se ausentan aquellos que recorren las calles con la intención de descubrir por qué Paso del Sapo se llama de esta forma.
A pesar de que Paso del Sapo se encuentra a 179 kilómetros de Esquel, que es la ciudad más cercana del pueblo, llegar de visita es muy sencillo porque solo es necesario viajar por la Ruta Provincial 12, durante poco más de 3 horas.
Entonces, luego de recorrer los amplios paisajes desérticos del norte de Chubut, la ruta se encuentra con el río homónimo y avanza a la par hasta ingresar a un valle y, finalmente, ingresar al pueblo.
Lo interesante del viaje es que a mitad de camino, entre Esquel y Paso del Sapo, se encuentra la localidad de Gualjaina, identificada como el punto más cercano a Piedra Parada: una roca de 210 metros de altura, que se convirtió en un atractivo turístico por su estilo y su formación.
En la mayoría de los pueblos argentinos sucede que la historia oficial de su nombre se pierde debido al paso de los años y Paso del Sapo no es una excepción. Sin embargo, sorprende porque esta localidad tiene solo 72 años.
Lo cierto es que, según los registros, este pueblo antiguamente se llamaba Rincón de los Leones porque en la zona habían muchos pumas. Pero, en un momento de la historia este cambió a “Paso del Sapo” y, en este caso, existen tres hipótesis diferentes que se vinculan a un antiguo vecino.
Cuenta la historia de que cuando no existía un puente que permitiera cruzar el río Chubut para acceder al pueblo, un hombre llamado Biciara ofrecía completar el viaje a bordo de una balsa.
Entonces, dado que todos los habitantes tenían una estrecha relación con él, decidieron bautizar al pueblo con el nombre Paso del Sapo porque:
En fin, ninguno de los tres planteos es considerado como el oficial, pero sí hay pruebas de que Biciara existió y se lo recuerda como un emblemático vecino del lugar, que facilitó el cruce del río hasta que se construyó el puente en 1963.
A juzgar por su ubicación y el tamaño de la localidad, muchos viajeros piensan que la naturaleza es el único atractivo de Paso del Sapo. Sin embargo, sucede todo lo contrario.
Además de contar con dos hoteles y un camping municipal a orillas del río Chubut, el pueblo es sede de muchos eventos como, por ejemplo, la Fiesta Regional De las Destrezas Criollas y el Chamamé, que se organiza a fines de marzo.
Y, debido a la naturaleza del lugar, Paso del Sapo también es un sitio ideal para los aventureros que disfruten de hacer senderismo o incluso escalar pequeñas montañas.
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