Entre los maravillosos paisajes de Brasil, repletos de playas, selvas y montañas, resalta una construcción muy especial, que es reconocida en el mundo como puente Río-Niterói.
Este enorme cruce se estrenó hace medio siglo y todavía es una vía de comunicación muy importante, ya que recibe, cada día, un promedio de 140.000 vehículos.
Y, gracias a su extensión, los vecinos de la zona siempre recuerdan que, al momento de su inauguración, el puente Río-Niterói fue el segundo más largo del mundo.
¿Por qué el puente Río-Niterói es tan largo?
Debido a la enorme distancia entre orillas que hay en este punto de la bahía de Guanabara, el puente Río-Niterói alcanza una longitud máxima de 13.290 metros. Es decir, más de 13 kilómetros.
Como lo indica su nombre, su construcción fue de gran importancia para comunicar, a través de la Ruta BR-101, los municipios de Río de Janeiro y Niterói, que antiguamente estaban separados por un extenso trayecto de tierra.
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En otras palabras, previo a la construcción del puente, era necesario emprender un viaje de 100 kilómetros para unir los destinos que hoy están a pocos minutos de distancia.
¿Cuándo se inauguró el puente Río-Niterói?
Si bien la idea de diseñar un puente en este sector de Brasil ya estaba presente en 1875, recién iniciaron los estudios del proyecto en 1963 y no fue hasta el 23 de agosto de 1968 que se firmó la autorización para la realización de la obra.
Acto seguido, se realizó un acto simbólico el 9 de noviembre de 1968, para marcar el inicio de la construcción, que empezó oficialmente en enero de 1969 y culminó en marzo de 1974.
Puntualmente, el Río-Niterói abrió al tránsito el 4 de marzo del año mencionado, con la posibilidad de que los vehículos puedan circular sobre su extensa calzada, que también sorprende con sus medidas a lo ancho: 72 metros.
¿Por qué es el segundo cruce elevado más largo de Latinoamérica?
El puente Río-Niterói, que oficialmente se llama “Presidente Costa e Silva” marcó un antes y un después en la historia de Brasil, ya que se transformó en el segundo más largo del mundo, después de la Calzada del lago Pontchartrain (38,42 kilómetros) de Estados Unidos.
Actualmente, la estructura ocupa el puesto 34 del ranking internacional. Pero, a pesar de su antigüedad, todavía marca tendencia en la región, ya que es el segundo más extenso de Latinoamérica, detrás del puente de la Línea 1 del Metro de Lima, Perú (33 kilómetros).
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Por último, otros datos relevantes es que la estructura debajo de la calzada, que alcanza los 72 metros de altura, todavía conserva el título del mayor puente de concreto presentado del hemisferio sur y el séptimo del planeta.
