Rosario Vera Peñaloza es considerada un ejemplo de docencia ya que recorrió en su carrera casi todos los roles posibles de la misma: maestra jardinera, docente de grado, profesora, directora, inspectora, supervisora, fundadora de institutos educativos y capacitadora pedagógica en enseñanza.
Nació en La Rioja en 1873. Hija de Eloy Vera y de Mercedes Peñaloza, fue la menor de sus cuatro hermanas. A los 10 años perdió a su padre y su madre falleció poco después. Ingresó a la escuela normal que habían fundado dos de las maestras estadounidenses traídas por Sarmiento, donde realizó los estudios secundarios y cursó la carrera de magisterio, por la cual obtuvo el título de maestra normal.
Mas tarde, Vera Peñaloza se trasladó a la ciudad de Paraná donde obtuvo el Título Superior de Enseñanza a los 20 años. Allí tuvo a Sara Eccleston como docente, quien más tarde se convertiría en su mentora. En esa ciudad comenzó a ejercer la docencia y desde entonces pasó por diferentes cargos y localidades. Paralelamente estudiaba el profesorado destinado a los jardines de infantes y, en 1897, se graduó como Profesora de Kindergarten, en la Escuela de Profesores del Jardín de Infantes de Paraná.
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En 1898, Vera Peñaloza fundó el jardín de infantes anexo a la Escuela Normal de La Rioja, el primero de una larga serie de jardines fundados en las ciudades de Buenos Aires, Córdoba y Paraná.
En 1906 fue vicedirectora de la Escuela Normal de La Rioja. Al año siguiente, se mudó a la ciudad de Córdoba, donde ocupó durante cinco años el cargo de vicedirectora de la Escuela Provincial Juan Bautista Alberdi.
Entre 1912 y 1917 fue directora de la Escuela Normal N.º 1 de la ciudad de Buenos Aires, donde sustituía a cualquier profesor que faltara. Más tarde, fue nombrada inspectora de las escuelas municipales. Dictó cátedras de pedagogía y matemática en la Escuela Normal del Divino Maestro.
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Recorrió Argentina para impulsar la enseñanza, dictó cursos y conferencias y transmitió las nuevas técnicas en la creación de bibliotecas. Participó del Primer Congreso Patriótico de Señoras en América del Sud, realizado en mayo de 1910 en la ciudad de Buenos Aires. Asimismo, formó parte de la corriente pedagógica de la “Escuela Nueva” surgida en las Escuelas Normales.
Participó en el armado del Instituto Bernasconi desde su inauguración en el año 1929. Dos años después, creó el Museo Argentino, que se dedicaba a la investigación y la formulación de propuestas educativas. Entre ellas, se encuentran las primeras iniciativas para que la escuela tomase en cuenta las expresiones regionales y locales de la cultura. El museo estaba basado en la teoría pedagógica de Joaquín V. González, que tomaba la Geografía como base de toda enseñanza, y pertenecía al Instituto Bernasconi.
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Sus aportes resultaron fundamentales para enriquecer el sistema educativo. Consideraba importante la formación de las infancias y su vinculación con la identidad social y la cultura común para estimular el sentimiento de pertenencia. Para ella, la educación era un proceso integral que comenzaba en los primeros años de vida, en el cual la creatividad, la exploración y el juego eran elementos fundamentales. Impulsó la enseñanza popular en los jardines de infantes y tomó de base a educadores como María Montessori, entre otros. Además, promovió la profesionalización de los jardines de infantes.
Falleció, a los 77 años, el 28 de mayo de 1950. En su memoria, la fecha se declaró como "Día Nacional de los Jardines de Infantes" y "Día de la Maestra Jardinera" en Argentina.