En el cruce de la avenida General Paz y Constituyentes, miles de personas lo ven cada día sin saber realmente qué es. Se trata de una estructura circular, metálica y monumental que parece sacada de una película futurista, pero en realidad tiene más de 70 años. Lo llaman “el coloso”, y es el tanque de gas más grande de América.
Con una altura de más de 80 metros y una capacidad de más de 200.000 metros cúbicos, este tanque de gas fue construido a mediados del siglo XX con un objetivo muy claro: almacenar gas para abastecer a la creciente población del Gran Buenos Aires. Pero con el paso del tiempo, su función cambió y hoy se lo conoce tanto por su historia industrial como por su valor patrimonial.
Datos curiosos sobre el coloso
- Fecha de construcción: Comenzó en 1948 y finalizó en 1951.
- Nombre técnico: Gasómetro telescópico.
- Capacidad: Almacenaba más de 200.000 metros cúbicos de gas.
¿Por qué se construyó?
A fines de los años 40, la empresa estatal Gas del Estado encargó la construcción de este gasómetro a una compañía alemana, que lo instaló en el partido de San Martín, justo sobre la traza que más tarde sería la Avenida General Paz. En esa época, el consumo de gas aumentaba cada año, y era fundamental contar con una reserva estratégica para asegurar el suministro.

La estructura se diseñó como un gasómetro telescópico, es decir, que podía expandirse o contraerse según la cantidad de gas almacenado. Funcionó activamente hasta los años 90, cuando el sistema de transporte y distribución de gas natural cambió y su uso se volvió obsoleto.
El tanque de gas hoy: entre el símbolo urbano y el patrimonio
Desde hace décadas, el coloso dejó de cumplir su función original. Sin embargo, nunca se desmontó. Hoy forma parte del paisaje urbano y se convirtió en un ícono arquitectónico e industrial. Muchos lo reconocen por su forma cilíndrica y su entramado de hierro, visible desde distintos puntos del Gran Buenos Aires.
En los últimos años, hubo propuestas para reutilizar el espacio con fines culturales o recreativos, como sucedió con otros gasómetros en ciudades como Berlín o Viena. Mientras tanto, su imponente presencia despierta la curiosidad de quienes pasan cerca y desconocen su verdadero origen.
Tanque de gas: un gigante que sigue en pie
El tanque de gas de San Martín es uno de esos monumentos que resumen una época. Representa el auge de la infraestructura energética en la Argentina de mediados del siglo XX y, al mismo tiempo, plantea un desafío para el futuro: ¿qué hacer con este tipo de estructuras cuando ya no cumplen su función original?
Mientras se define su destino, el coloso sigue ahí, firme como siempre, contando en silencio una parte de nuestra historia.