El Museo de las Relaciones Rotas se encuentra en Zagreb, la capital de Croacia, y se inauguró oficialmente en el año 2010 por dos artistas croatas: Olinka Vištica, productora de cine, y Dražen Grubišić, escultor. Ambos habían sido pareja y, tras su ruptura, pensaron en crear un espacio donde las personas pudieran dejar objetos que simbolizaran sus relaciones pasadas, en lugar de simplemente desecharlos.
Lo que comenzó como una muestra itinerante creció con rapidez. Desde su apertura, el museo ha recibido más de un millón de visitantes y alcanzó el Premio Kenneth Hudson, que otorga el Foro Europeo de Museos a las instituciones más innovadoras.
¿Qué objetos curiosos hay en el Museo de las Relaciones Rotas?
El Museo de las Relaciones Rotas alberga más de 300 objetos, todos donados por personas anónimas de distintos lugares del mundo. Cada pieza está acompañada de un breve texto que cuenta la historia de la relación que representa. Estos objetos, que en cualquier otro contexto parecerían triviales, adquieren un valor emocional único dentro del museo.
Entre los elementos más llamativos se encuentran:
- Un hacha usada para destruir los muebles de una expareja luego de una ruptura.
- Un tostador que uno de los miembros de una relación decidió llevarse como único recuerdo.
- Un frasco con lágrimas, recolectadas durante los días más tristes de una separación.
A pesar del tono melancólico que sugiere el nombre, el recorrido por el museo alterna momentos de emoción, humor y reflexión sobre el amor, el desamor y la condición humana.
¿Cómo visitar este lugar?
El Museo de las Relaciones Rotas está ubicado en el Palacio Kulmer, cerca del casco histórico de Zagreb. Abre todos los días y su entrada es accesible tanto para turistas como para los propios ciudadanos croatas. Además, cuenta con una tienda de recuerdos, una cafetería y una versión online donde se pueden leer algunas de las historias más populares.
Su éxito ha sido tan grande que incluso ha tenido exhibiciones temporales en más de 50 ciudades del mundo, desde Buenos Aires hasta Tokio, y también ha servido de inspiración para museos similares en otras partes del planeta.
