Un hackeo se basa en penetrar sistemas informáticos como cuentas personales, dispositivos digitales o redes de computadoras, para obtener información. Generalmente, tiene fines maliciosos, aunque también existen los hackeos éticos, que sirven para mejorar la seguridad informática. Existen diferentes técnicas para lograrlo, que tienen que ver con el aprovechamiento de falencias en el software, el uso de contraseñas débiles y la consulta de bases de datos de información confidencial.
El término no surge como algo negativo. En 1955, se usó la palabra "hackear" por primera vez en el mundo tecnológico, pero para referirse a la búsqueda de soluciones poco convencionales para resolver algún problema técnico. A partir de la década del 80, cuando más personas pudieron acceder a las computadoras, los hackeos se empezaron a parecer a lo que sucede hoy en día. La primera ley que pena este tipo de delitos en el mundo se sancionó en Estados Unidos, en 1986.
En la mayoría de los países, estas acciones están penadas por ley, porque se ingresa de manera no autorizada a dispositivos, redes informáticas o sistemas informáticos. En Argentina, en el Código Penal están tipificados delitos informáticos. El hackeo podría enmarcarse en los delitos informáticos contra la propiedad, ya que condena "la defraudación mediante cualquier técnica de manipulación informática que altere el normal funcionamiento de un sistema informático o la transmisión de datos".
Los dispositivos que son propensos a los hackeos son: las computadoras, los smartphones, los routers, las cámaras web y otros dispositivos inteligentes, como electrodomésticos, relojes o cerraduras. También se puede acceder a cuentas personales de redes sociales, mails y distintas aplicaciones.
¿Qué es un hacker?
Un hacker es la persona que lleva adelante estos ciberataques. Hay tres tipos:
- De sombrero negro - A través de fallas en el software, logran robar datos, alterar registros, realizar distintos tipos de espionaje, entre otros;
- De sombrero blanco - Son aquellos que buscan mejorar la seguridad de los sistemas informáticos. Generalmente trabajan para empresas y organizaciones;
- De sombrero gris - Se trata de una actividad intermedia. Descubren vulnerabilidades y, aunque podrían realizar alguna actividad delictiva, no lo hacen y podrían alertar acerca del hallazgo, para evitar ciberataques.
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El avance de las nuevas tecnologías genera nuevas posibilidades de proteger los datos de las personas en dispositivos y en la red, pero también permite que surjan nuevas técnicas para desactivar la seguridad. Algunas técnicas son:
- El phishing, que busca engañar a las personas para acceder a información confidencial,
- El malware, que son programas, más conocidos como virus, dañinos para los sistemas informáticos. Los más conocidos son los troyanos, spyware y ransomware.
- El robo de cookies, que consiste en capturar los datos de sesión y los usa para suplantarlo en un sitio web que él maneja.
Claves para prevenir un hackeo
Existen algunas formas para detectar un hackeo. Hay que estar atento a los cambios en las configuraciones, al estado del antivirus, a la velocidad de los sitios visitados y a mensajes que pueden provenir de los hackers.
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Para evitar malos momentos, es recomendable realizar la actualización automática del software de aplicaciones, dispositivos y programas; mantener las contraseñas actualizadas y no utilizar diferentes para cada uno de los sitios; asegurarse de ingresar a sitios seguros, con cifrado https; no ingresar a publicidades o links desconocidos; instalar un antivirus; evitar las redes de wi-fi públicas; usar una VPN para que el tráfico de internet se mantenga cifrado y la identidad oculta; no realizar descargas de sitios no oficiales.
