Todos lo escuchamos alguna vez en nuestras vidas, especialmente si vivimos en Latinoamérica: en Brasil la gente vive feliz. Nuestra idea colectiva de Brasil como país, por alguna razón, exubera felicidad.
¿Cómo se construyó esta imagen, esta supuesta identidad nacional? ¿Tiene fundamentos reales? Lo investigamos en esta nota.
Brasil y la felicidad: factores que forman una imagen
La percepción de que la gente en Brasil vive particularmente feliz se debe a varios factores culturales, sociales y ambientales. Veamos los principales.
1. Cultura vibrante
Brasil es conocido por su cultura rica, diversa, lo cual vemos en su música, sus comidas, sus danzas típicas y hasta en festivales como el Carnaval, famoso por su alegría, colores y entusiasmo. Esta clase de expresiones culturales transmite la imagen de una población que celebra la vida felizmente.
2. Calidez humana
Los brasileños son percibidos como personas amigables, hospitalarias; transmiten un sentido de familiaridad incluso cuando no la hay. Sin duda esta característica común contribuye a la idea de un país alegre.
3. Clima y naturaleza de Brasil
El clima tropical de muchas partes de Brasil, junto con sus playas, selvas y montañas también contribuyen a la felicidad percibida. La posibilidad de disfrutar cada día de vida al aire libre está asociada a un mayor bienestar.
4. Filosofía de vida
En Brasil existe un enfoque colectivo en vivir el presente y disfrutar de la vida. Es, como ellos lo llaman, el "jeitinho brasileiro", que refleja una actitud relajada y creativa para enfrentar los desafíos diarios. Esta filosofía puede ser proyectada como fuente de felicidad.
5. Relaciones comunitarias
La familia y los círculos sociales tienen una importancia particularmente central en la idiosincracia brasilera y juegan, también, un papel crucial en la percepción de felicidad.
Los datos y una perspectiva distinta sobre Brasil
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) dio a conocer, a principios de este año, los resultados del Informe Mundial de la Felicidad. Se realiza tomando muestras de las personas que habitan los 143 países que integran el organismo internacional con el objetivo de conocer sus aspiraciones, preocupaciones y nivel de confort.
Cada año se tienen en cuenta factores como:
- Apoyo social.
- Libertad.
- Generosidad.
- Esperanza de vida.
- Salud.
- PIB per cápita.
- Percepción de la corrupción.
Resulta interesante observar que, a diferencia de lo que indicaría la imagen externa del país, Brasil no se encuentra ni cerca de la cima en el "ranking" de países más felices.
Hay que notar que, obviamente, un solo estudio no es determinante ni puede presentarnos resultados exhaustivos en relación a la felicidad de una nación entera. Sin embargo, la investigación nos confirma ―al menos en parte― que hay cierta discordancia entre aquella identidad construida y la realidad. Las bases para la felicidad están, pero no son absolutas.
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Como en cualquier país, la realidad es compleja y la felicidad también. No por nada todos los grandes filósofos se preguntaron alguna vez por su significado.
Hay desafíos significativos que enfrentan los brasileños, como las desigualdades económicas, sociales y raciales. Así, la imagen de felicidad no representa necesariamente la experiencia de vida de toda la población.
