El lunfardo, ese argot rioplatense producto de la mezcla de idiomas como consecuencia de las corrientes inmigratorias, está presente en muchas de las palabras que usamos a diario. Sin embargo, un dato poco conocido es que existe una novela escrita íntegramente en lunfardo.
Cómo es la novela "La muerte del Pibe Oscar"
Publicada en 1926, fue escrita por Luis Contreras Villamayor, un oficial del Cuerpo de Guardiacárceles de la Nación. Contreras Villamayior recogió muchas anécdotas de un famoso ladrón, además de la jerga “tumbera” propia de la época. Luego, un incendio en la imprenta hizo que sobrevivan unos pocos ejemplares, pero la novela fue reedita en 2015 por UNIPE editorial.
La nueva edición contiene notas, introducción y glosario de Oscar Conde, un especialista en lunfardo que incorpora la información necesaria para contextualizar al público actual en esa atmósfera arrabalera. Así, es que hecha luz sobre el significado de muchos términos a la vez que explica muchas referencias del contexto histórico.
El libro tiene como escenario el bajofondo porteño de fines del siglo XIX y principios del XX. Puede leerse como una novela pionera de no ficción o como un policial escrito en lunfardo. Su protagonista es un célebre ladrón cuya vida delictiva comenzó a partir de una experiencia infantil en las instituciones penales. Condenado a los 9 años por robar dos quesos, el Pibe Oscar salió en libertad recién a los 18 años.
El autor reconstruye la historia con familiaridad y empatía. A su vez, hace un esfuerzo por contarla desde la infancia del protagonista con la intención de denunciar la desatención a los niños y las situaciones que llevan a un pequeño a terminar en una institución penal. Ante esto, Villamayor defiende el buen trato y condiciones dignas para los jóvenes encerrados al mismo tiempo que señala que los reformatorios son, en realidad, escuelas para los delincuentes. Según Oscar Conde, en diálogo con Télam, el Pibe Oscar pudo haber sido efectivamente una persona real o también una caracterización hecha a partir de varias historias de jóvenes.
Originalmente, los primeros capítulos de la novela se habían publicado por entregas, a la forma de un folletín, en la revista Sherlock Holmes durante 1913. Por entonces, el autor publicaba bajo el seudónimo de Canero Viejo.