Los tonos azules, celestes y grisáceos que nos ofrece el cielo si lo vemos desde la Tierra no existen si lo observamos desde la Luna.
A unos 384.400 kilómetros de la Tierra todo es oscuridad, y el paisaje se muestra en un mismo tono: un profundo color negro uniforme, ocasionalmente decorado con estrellas. ¿Qué ciencia hay detrás?
¿Cómo se ve el cielo de la Luna?
La apariencia del cielo lunar es bastante diferente de la vista desde la Tierra. Desde la Luna, el cielo se ve completamente negro, sin importar la hora del día: aparecerá completamente oscuro por la mañana, e igualmente apagado por la noche.
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En la Tierra, se da un fenómeno que crea el color azul claro -y todas sus variaciones- que vemos durante el día.
¿Por qué no vemos un cielo de colores desde la Luna?
¿Por qué el cielo de la Luna es siempre negro? Porque no tiene atmósfera. No puede tenerla: su masa es muy chica y su fuerza gravitatoria es demasiado débil como para retener o atraer los gases que conforman una atmósfera. ¿Pero qué tiene que ver la atmósfera con el color del cielo?
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Que el cielo presente un color u otro se debe a dos hechos cruciales de la atmósfera:
- La luz del Sol está compuesta por radiaciones de distintos colores, de las cuales algunas son invisibles para los humanos.
- Las moléculas y partículas atmosféricas no tratan a todas esas radiaciones solares por igual: dispersan las luces azules en todas direcciones en un proceso llamado esparcimiento.
Por eso, cuando no hay nubes, y por ende no hay demasiadas partículas que bloqueen el pase de las luces azules, el cielo queda uniformemente pintado de ese mismo tono.
Pero por ejemplo, cuando el Sol está bajo y sus rayos tienen que atravesar un mayor espesor de aire, el esparcimiento de la luz azul es tan alto que los rayos que llegan son mayormente rojos, creando el típico manto encendido que caracteriza a los atardeceres.
