Rakus es el primer animal salvaje que se haya curado una herida autoaplicándose una planta medicinal, del que se tenga registro. El descubrimiento que se produjo en un parque natural de Indonesia, más específicamente en Sumatra. Allí, el orangután se aplicó una mezcla de plantas medicinales para curarse una herida de gran tamaño que tenía en la cara.
El tratamiento dio resultado y la laceración se cerró y curó por completo, en tan solo en un mes.
Especialistas aseguran que este comportamiento, tan propio de los seres humanos, podría tener que ver con compartir con estos animales un antepasado común.
¿Cómo se curó Rakus?
En 2022, un equipo de trabajadores científicos del Parque Nacional de Gunung Leuser notó que el orangután tenía una herida grande en una de sus mejillas, como resultado de peleas con otros machos. Asumieron que fue así porque escucharon fuertes gritos denominados llamados largos en los días anteriores a encontrarlo lastimado.
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La planta utilizada se llama Akar Kuning, que tiene propiedades antiinflamatorias y antibacterianas. En Indonesia se usa para tratar la diabetes y la malaria. Rakus masticó el tallo y sus hojas para crear una pasta.
Una vez lista la mezcla, se la aplicó durante siete minutos. Después, se untó las hojas masticadas durante media hora, hasta cubrir la lastimadura por completo.
El resultado del tratamiento se vio a los 5 días: la herida quedó completamente cerrada y en ningún momento hubo signos de infección. En un mes, estaba curado.
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Los científicos afirmaron que este animal no suele comer ese tipo de planta en su vida cotidiana, por eso piensan que Rakus sabía perfectamente lo que estaba haciendo al aplicarse esa especie medicinal.