La cascada Montmorency se encuentra en la provincia de Quebec, en el este de Canadá, a tan solo 12 kilómetros de la ciudad capital del mismo nombre. Está ubicada dentro del Parque de la Chute-Montmorency, un área protegida que permite disfrutar de uno de los paisajes naturales más impactantes del país.
Con una altura de 83 metros, la cascada Montmorency es 30 metros más alta que las famosas cataratas del Niágara, aunque no tan ancha. Esta particularidad la convierte en uno de los saltos de agua más destacados de América del Norte y en una atracción turística muy popular, que recibe más de 900.000 visitantes por año.
Historia y características de esta maravilla

La cascada Montmorency fue bautizada en 1608 por Samuel de Champlain, en honor a Charles de Montmorency, uno de los nobles franceses de la época. Desde entonces, ha sido parte de la historia local y también ha sido escenario de episodios importantes, como batallas entre británicos y franceses en el siglo XVIII.
Entre sus características más llamativas se destacan:
- Altura: 83 metros
- Ubicación: Parque de la Chute-Montmorency, Quebec, Canadá
- Origen: Río Montmorency, que desemboca en el río San Lorenzo
- Curiosidad: En invierno, el agua congelada forma un cono de hielo conocido como Pain de Sucre
La zona ofrece múltiples actividades para los visitantes, como senderismo, ciclismo, tirolesas y un puente colgante de 60 metros de largo que cruza justo sobre la caída de agua, ofreciendo vistas panorámicas impresionantes.
Cómo se puede visitar la cascada Montmorency

Llegar hasta la cascada es muy sencillo, ya que está a menos de 20 minutos del centro histórico de Quebec. Se puede acceder en auto, en bicicleta e incluso en transporte público. El parque cuenta con servicios turísticos, estacionamientos, restaurantes y miradores en distintos puntos estratégicos.
Además, hay una telecabina que conecta la base con la cima del acantilado, permitiendo una experiencia aún más completa. La entrada al parque es libre, aunque algunas atracciones son pagas.
Durante el verano, la vegetación que rodea la cascada forma un escenario verde vibrante. Y en el invierno, cuando el agua se congela, se transforma en un paisaje blanco que parece salido de un cuento.