La mujer más alta del mundo, según el Libro Guinness de los Récords, es una joven turca que mide 2,15 metros. Se llama Rumeysa Gelg y tiene una afección denominada síndrome de Weaver, una extraña condición que acelera el crecimiento.
Durante su vida, ha sido víctima de los prejuicios y la discriminación. En diálogo con la BBC contó su experiencia: ""De niña tuve que lidiar con el acoso. No fue fácil desarrollar mi autoestima durante esos años. Pero lo cierto es que siempre sentí que era única gracias a la actitud positiva que mis padres me inculcaron".
Este síndrome le provoca problemas para moverse y para su salud, es por eso que habitualmente se desplaza en silla de ruedas. Sin embargo, esto no ha impedido que desarrolle una carrera profesional. Es programadora y está en pleno desarrollo de su profesión. Además, lleva adelante una mirada positiva: "Cada desventaja puede ser transformada en una ventaja si te aceptas como eres, conoces tu potencial y lo haces lo mejor que puedes", dijo en una declaración publicada por el Libro Guinness.
Qué es el síndrome de Weaver
Este síndrome se debe a una mutación genética. Según explica la BBC, se trata de un trastorno multisistémico caracterizado por la talla alta, una apariencia facial típica con hipertelorismo ocular (la distancia aumentada entre las pupilas), orejas grandes y retrognatismo del mentón o sobremordida. Esta condición también trae consigo discapacidades físicas como la escoliosis, falta de musculatura y problemas de equilibrio.
