La Catedral de Ulm, ubicada en el estado de Baden-Wurtemberg, Alemania, ostenta el récord de ser la iglesia más alta del mundo, con una imponente torre principal que alcanza los 161,53 metros de altura. Su silueta gótica se impone sobre la ciudad desde hace siglos y, aunque muchos la confunden con una catedral católica, en realidad es una iglesia evangélica luterana.
La construcción de este coloso arquitectónico comenzó en 1377, en plena Edad Media, y se extendió a lo largo de varios siglos. Detenida en múltiples ocasiones por problemas económicos y conflictos históricos, no fue finalizada hasta 1890, cuando por fin se completó su torre. A pesar de su antigüedad, su diseño logró anticiparse a su época, integrando técnicas constructivas avanzadas que le permitieron alcanzar una altura sin precedentes para su tiempo.
Hoy en día, quienes se animan a subir los 768 escalones de su escalera de caracol acceden a una de las vistas panorámicas más impactantes de Europa central. Desde allí, en días despejados, se pueden ver incluso los Alpes Suizos.
¿Por qué la Catedral de Ulm sigue siendo la iglesia más alta del mundo?
Aunque la Sagrada Familia de Barcelona, diseñada por Antoni Gaudí, está en camino de superarla una vez que su construcción termine, la Catedral de Ulm mantiene su reinado desde hace más de un siglo. Este hecho la convirtió no solo en un símbolo de Ulm, sino también en una pieza fundamental de la arquitectura religiosa mundial.
Entre sus características más destacadas, además de la altura, se encuentran:
- Estilo gótico detallado, con pináculos, gárgolas y vitrales imponentes.
- Capacidad para más de 2.000 personas en su interior.
- Un órgano de tubos considerado uno de los más grandes de Europa.
- Un campanario que funciona como mirador turístico.
El valor simbólico de la altura en el arte religioso es fundamental. Alcanzar el cielo, señalar a Dios con la arquitectura, ha sido desde siempre una aspiración del arte sacro. En ese sentido, la torre de la Catedral de Ulm es una verdadera "flecha de piedra" que conecta lo humano con lo divino.
Curiosidades de una joya alemana
Además de su imponente altura y de su historia marcada por la perseverancia, la Catedral de Ulm guarda varias curiosidades poco conocidas. Por ejemplo, su arquitecto original fue Heinrich Parler, parte de una familia que trabajó en obras importantes como la Catedral de Colonia. También se sabe que durante la Segunda Guerra Mundial, la iglesia fue una de las pocas estructuras del centro de Ulm que no resultó destruida por los bombardeos aliados, lo que la convirtió en símbolo de resistencia para la población local.
Asimismo, la iglesia es sede de conciertos y eventos culturales, y recibe miles de visitantes cada año. A pesar de su uso religioso, se ha convertido en un punto turístico clave de Alemania, y una parada obligatoria para los amantes de la arquitectura y la historia.
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