Al pensar en una calle sinuosa, la mente se dirige inmediatamente a Lombard Street. Incluso si nunca visitaste este famoso lugar de San Francisco, California, Estados Unidos.
En películas, series, videojuegos, redes sociales y hasta en cuadros, la gran mayoría de las personas observó, al menos en una oportunidad, el diseño y los detalles curiosos de esta pintoresca calle.
Es por eso que, al día de hoy, quienes tienen la oportunidad de viajar hasta su ubicación, no dudan en recorrerla, tomar decenas de fotos y observarla desde todos los ángulos posibles. Una experiencia fabulosa para los turistas, pero no tanto para los vecinos…
¿En qué año se inauguró Lombard Street?
La historia del sector más famoso de Lombard Street comenzó en 1922, cuando un propietario del lugar, Carl Henry, sostuvo la necesidad de crear una calle sinuosa para lograr, de esta manera, la apertura de la calle a los vehículos.
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De todos los diseños posibles, se pensó uno con las ocho curvas actuales. A pesar de su pronunciación, son necesarias para una correcta y segura circulación sobre un terreno de 27% de inclinación.
Así, Henry hizo realidad su sueño: los 180 metros sinuosos de Lombard Street recibieron sus primeros vehículos en la década de 1920 y, desde entonces, mantiene su protagonismo en el paisaje.
¿Qué recorrido completa el sector más famoso de Lombard Street?
La parte más famosa y visitada de Lombard Street es la que tiene las ocho curvas repletas de ladrillos rojos, que se ubica entre las calles Russian Hill y Hyde Street. En otras palabras, entre el parque El Presidio y el barrio Embarcadero.
Antiguamente, la calle se presentó como una gran solución al tráfico local. Actualmente, más de un siglo después, San Francisco tiene muchas otras vías de circulación que son más cómodas que la protagonista de esta nota.
Es por eso que, al día de hoy, la mayoría de quienes conducen por Lombard Street lo hacen por dos motivos: viven en el lugar o son turistas que quieren vivir una experiencia sin precedentes.
Fascinación entre turistas y agotamiento entre vecinos
Quienes viven a miles de kilómetros de Lombard Street, centran su mirada sobre la historia del lugar, el diseño de la calle, la hermosa decoración natural que la rodea y la arquitectura de las viviendas que la acompañan.
Pero casi ningún turista se detiene a pensar en el agotamiento que la popularidad de esta calle puede generar para los vecinos de la zona.
Según estudios locales, Lombard Street recibe un promedio de dos millones de visitas cada año. Incluso, en jornadas de verano, allí pueden pasar hasta 17.000 personas cada día.
Y, además de los peatones, muchos de los visitantes llegan con sus propios autos, con el objetivo de conducir sobre los ladrillos rojos, a una velocidad máxima de 8 km/h.
Entonces, el éxito de esta calle no solo perjudica a quienes tienen su domicilio en el lugar y deben tolerar los ruidos de los turistas, a toda hora, sino que también afecta a los habitantes de todo el barrio, debido a los 2.630 vehículos que se estacionan en las inmediaciones cada día, a la espera de su turno para descender por Lombard Street.
