Fueron fabricadas en serie por un mismo constructor y están desparramadas por la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano sur. De no ser por su función, el aire porteño sería irrespirable. Pocos saben para qué sirven: en esta nota, te contamos.
Desparramadas por la ciudad porteña y el Conurbano Bonaerense sur y oeste existen 81 chimeneas sumamente curiosas. La altura de estas torres oscila entre 10 y 40 metros: aún así, suelen pasar desapercibidas y la mayoría desconoce cuál es su función. De hecho, no son chimeneas sino ventiletas que pertenecen a la concesión de Aysa. Se utilizaban para ventilar los gases que circulaban por el sistema de desagües porteño.
Acorde a datos de AySA, las mismas fueron diseñadas y construidas en serie y al mismo tiempo por una fábrica que Obras Sanitarias de Nación tenía en la zona de San Isidro. Hay tres modelos diferentes: tipo A de 35 metros de altura, tipo B de 30 metros y tipo C de 25 metros.
Todas las chimeneas fueron instaladas en terrenos fiscales en los que ademas de la torre, se construía una vivienda para el personal a cargo de su control y cuidado.
A pesar de que su función es sumamente importante, en general se desconoce. Si no existieran, el aire de la zona sería irrespirable, casi nauseabundo. Asimismo, las cloacas explotarían con consecuencias indeseables. Cada una de las 81 ventiletas se encarga de expulsar el aire del interior de las cañerías de las cuatro cloacas máximas que tiene la red encargada de llevar los desechos hogareños hacia su destino final en Berazategui.
"Estos conductos que contienen aire en su interior necesitan una válvula, como los motores y todo lo que contiene presión. La válvula es para poder expandir y sacar los excedentes de gas o de aire que tiene adentro", explicó a Infobae Nicolás Ubiria, jefe del departamento de Diagnóstico de Cloacas Máximas. "Si esos conductos máximos que transportan el líquido cloacal por la cantidad de kilómetros de lo hacen -porque nuestra todo lo que es nuestra concesión nace de zona norte y va hasta Berazategui- no va expulsando los gases cada cierto lapso, por el efecto de la presión del aire, se romperían o rajarían los caños por dentro", acotó.
En la Ciudad de Buenos Aires se encuentran más a la vista. Las más visibles se emplazan en Álvarez Thomas entre Forest y 14 de Julio, en Colegiales y en Washington y Congreso en Coghlan. Otra aparece en el fondo de una casa ubicada en Humboldt y Murillo, en Villa Crespo. Hay varias también por la zona de Parque Centenario. En Inclán y avenida La Plata, cerca del Carrefour de San Lorenzo. En Gaona y San Nicolás en Floresta, en Murguiondo y Garzón en Mataderos. En Recoleta en Pacheco de Melo y Austria y en Anchorena y Juncal.
En cuanto a números, hay 32 en Avellaneda. 30 en Quilmes. 16 en la Ciudad de Buenos Aires, desde Colegiales hasta Barracas. Dos en Berazategui. Y una en Lanús.
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