La parálisis del sueño consiste en una incapacidad temporal de moverse o hablar al dormirse o despertarse. Se trata de una experiencia en la cual los sentidos y la conciencia de la persona están intactos, pero se siente una especie de presión sobre el cuerpo o una sensación de ahogo. Además, puede estar acompañado por alucinaciones visuales, auditivas, sensoriales y temor intenso.
Esta patología no puede poner en riesgo la vida de las personas, ya que el cuerpo no está dañado, pero puede causar ansiedad. Tomando las medidas necesarias, es posible prevenirla.
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Existen tres categorías en las que puede clasificarse, según las sensaciones de la persona que la padece:
- Intruso - Existen sonidos del ambiente, como perillas de puertas abriéndose, pisadas de personas o animales, la sombra de alguien o sensación de presencia perturbadora en la habitación.
- Íncubo - Sensación de presión en el pecho, dificultad para respirar y una sensación de asfixia.
- Vestibular - Una sensación de girar, caer, flotar, volar, desplazarse sobre el cuerpo de uno mismo y otro tipo de experiencia extracorporal.
¿Quiénes pueden sufrir parálisis del sueño?
Puede suceder junto con otros trastornos del sueño, como la narcolepsia, y ocurre con mayor frecuencia en las personas que tienen narcolepsia, que provoca somnolencia excesiva durante el día, o apnea del sueño, una afección en la que la respiración se detiene y se reinicia muchas veces durante el sueño. Sin embargo, puede afectar a cualquiera.
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Suele suceder durante la adolescencia y puede hacerse frecuente durante los 20 y 30 años de edad. Está asociada a algunas situaciones:
- Estrés
- Jet lag.
- Privación del sueño.
- Pánico.
Los episodios incluyen la imposibilidad de hablar o moverse al dormirse o al despertar y suelen durar uno o dos minutos generando mucho temor en las personas que lo sufren.
¿Cómo puede evitarse?
Para intentar mantenerse lejos del padecimiento, se recomienda mejorar los hábitos del sueño, también llamados higiene del sueño, como ir a dormir a la misma hora todas las noches, en un entorno confortable, sin distracciones como el celular o el televisor. Además, también se puede prevenir al evitar ingerir cafeína antes de acostarse.