Es una región inaccesible y desconocida de 575.000 hectáreas entre Colombia y Panamá que interrumpe la carretera más larga del mundo.
El Tapón del Darién es uno de los puntos más inaccesibles del mundo, ya que se identifica como una selva tropical impenetrable, ubicada entre Colombia y Panamá, que bloquea el paso de la Ruta Panamericana.
Desde hace más de 400 años exploradores, científicos y aventureros han intentado explorar la zona, pero muy pocas personas lograron completar el desafío.
Y si bien existen rutas peatonales para atravesar el Tapón del Darién, quienes lo intenten estarán expuestos a sufrir un accidente o perder el sentido de la orientación, entre otros problemas.
La Región de Darién es un punto en el mapa que comparte Colombia y Panamá, que se extiende por la provincia panameña de Darién y el norte del departamento colombiano de Chocó.
Además, esta zona, que está rodeada por aguas del Océano Atlántico y del Océano Pacífico, también es conocida por ser el límite entre América Central y América del Sur.
En total son 575.000 hectáreas de selva tropical, en donde la naturaleza es protagonista y no hay ningún tipo de urbanización. Las únicas personas que habitan en el sitio pertenecen a tribus nativas.
La ruta más larga del mundo es la Panamericana, que surgió como un proyecto a mediados del siglo XX para unir por carretera América del Norte con América del Sur.
Y, si bien el trazado original proponía unir Buenos Aires, en Argentina, con la ciudad de Monterrey, en México, en la actualidad hace referencia a un viaje entre Alaska y Ushuaia.
Entonces, aquellos que se animen a esta aventura podrán recorrer más de 48.000 kilómetros, dentro de 14 países, superando todo tipo de paisajes. Pero, sin importar las condiciones de su viaje, la travesía tendrá que interrumpirse en el Tapón del Darién.
Sucede que esta región bloquea 87 kilómetros de la carretera y todos los viajeros deben subir sus vehículos a un barco para completar un pequeño recorrido hasta el otro extremo.
Y, a pesar de que surgieron miles de proyectos para construir el tramo de la Ruta Panamericana, es probable que nunca se concrete porque la región del Tapón del Darién fue declarada Patrimonio de la Humanidad para proteger su riqueza natural y evitar que sufra alteraciones.
Inaccesible, impenetrable y peligrosa, son algunos de los términos que se pueden utilizar para definir a la selva del Tapón del Darién, que muy pocas personas se atreven a cruzar.
Debido a la densidad de la vegetación, los múltiples ríos y las pronunciadas pendientes de las montañas, esta región se mantiene prácticamente inexplorada y no hay proyectos a corto plazo que reviertan la situación.
Por lo tanto, el Tapón del Darién también se puede caracterizar por ser un lugar misterioso para la gran mayoría de las personas, que hasta el momento solo han podido determinar que:
Según los libros de historia, los exploradores españoles que llegaron a América a principios del siglo XVI intentaron recorrer el Tapón del Darién y asentarse en el lugar. Y, si bien lo consiguieron durante algunos años, luego se vieron obligados a abandonar el sitio.
Por otro lado, también hay un registro de que un grupo de colonizadores escoceses intentaron en 1698. Pero, una vez más, su intento de poblar el lugar fracasó y tuvieron que retirarse.
Entonces, es posible identificar que todos los proyectos para cruzar el Tapón del Darién han fracasado y, en la actualidad, ocurre exactamente lo mismo.
A pesar de que 5 equipos de aventureros profesionales admiten haber cruzado en vehículos esta región impenetrable, la realidad es que solo dos de los viajes mencionados fueron comprobados.
El primero tuvo lugar en 1960, cuando un grupo liderado por la antropóloga Reina Aráuza y su esposo, el cartógrafo Amado Aráuz, lograron cruzar el Tapón del Darién en su totalidad, a bordo de un Land Rover y un Jeep, modificados para la aventura extrema.
Según lo narrado por la pareja, la aventura fue muy agotadora y demoraron más de cinco meses en completarla, ya que en ocasiones solo podían avanzar 200 metros por hora.
Finalmente, el segundo cruce confirmado ocurrió en 1972, cuando el explorador británico John Blashford-Snell lideró una expedición de 60 personas en Range Rovers, que no solo atravesaron el Tapón del Darién, sino que también unieron Alaska con Cabo de Hornos.
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