La Revolución de Mayo es uno de los momentos más importantes de la historia argentina. Todos aprendimos en la escuela que ocurrió en 1810, que duró una semana y que marcó el inicio del proceso de independencia del país. Pero más allá de los libros, este hecho clave también está lleno de detalles curiosos, personajes olvidados y situaciones inesperadas.
Desde pedidos insólitos de los vecinos hasta rumores de espías y documentos misteriosos, la Revolución de Mayo fue mucho más que una serie de reuniones en el Cabildo. A continuación, te contamos 10 curiosidades sorprendentes que probablemente no sabías sobre aquellos días que cambiaron la historia para siempre.
Secretos y anécdotas de la Revolución de Mayo
1. Los huéspedes

Uno de los lugares donde se intrigaba era la vivienda de Nicolás Rodríguez Peña y su esposa, doña Casilda Igarzábal. Los invitados no paraban de llegar para deliberar en su casa: French, Belgrano, Viamonte, Martín Rodríguez, Castelli, Vieytes y unos cuantos más. La residencia de Rodríguez Peña quedaba a la altura del 800 de la actual calle Rivadavia
2. ¡Qué menú!
Ante la noticia de que cayó la junta suprema en España todo Buenos Aires supo de la novedad, lo que generó mucho alboroto y un gran revuelo. Magnífica excusa para sentarse y calmar los ánimos frente a un buen plato de comida. ¿Dónde? En la fonda de Los Tres Reyes, cerca de la Plaza de la Victoria. Una de las más reconocidas de la ciudad. El menú era diverso, aunque un poquito pesado: sopa carbonada, albóndigas, pastas, asado de vaca, guisos de carne, y más. Prohibido para estómagos débiles.
3. Paraguas durante la Revolución de Mayo

Por entonces se editaba un solo periódico en Buenos Aires, el Correo de Comercio, que dirigía Manuel Belgrano. En una de sus páginas aparecía la noticia de la llegada al puerto de un embarque conteniendo... ¡paraguas! Sí, ya los había en esta época.
4. ¿Cartas o ajedrez?

A Cisneros le gustaba jugar a las cartas. A dos juegos en particular: la malilla y el truquiflor, antecedente de nuestro conocido truco. Sin embargo, en un grabado ubicado bajo la estatua de Castelli, en Plaza Constitución, se ve al virrey jugando al ajedrez, que es mucho más elegante.
5. Uniforme
Los Infernales se identificaban llevando un retrato de Fernando VII en el sombrero, o una cinta blanca en la solapa. O las dos cosas juntas.
6. El "Gigante" de la Revolución de Mayo

Uno de los legionarios que más temor infundían era Buenaventura Arzac. Medía casi dos metros y tenía mucha fuerza. Solía vencer a sus enemigos tomándolos por el cuello con una mano y alzándolos unos 30 centímetros del piso.
7. Sastres y nodrizas durante la Revolución de Mayo
En 1810, con la llegada del inglés John Bennett, ya sumaban tres los sastres en la ciudad. Ese mismo año un aviso en el periódico ofrece nodriza o ama de leche para amamantar bebés.
8. Cómo dice usted

El virrey Cisneros era medio sordo. Había quedado así después de una explosión durante la batalla de Trafalgar
9. Una tanada

Manuel Belgrano (hijo de italianos), indignado por la presencia de Cisneros al frente de la Junta propuesta el jueves 24, comprometió su palabra de caballero de que si el ex virrey no renunciaba al día siguiente, él lo derribaría con las armas. ¡Así se habla!
10. La plaza, lugar multiusos
En aquel momento, en la Plaza de la Victoria se llevaban a cabo numerosas actividades diferentes: ceremonias religiosas y oficiales, estaba el mercado, estacionamiento de carretas, corridas de toros, y hasta ejecuciones públicas o cepos de castigo. Por otro lado, los