Para que Estados Unidos llegara a conformar la potencia que hoy conocemos, el país tuvo que elegir un punto de partida clave: la formación de su primer estado.
Se trató de un momento crucial en el camino hacia el desarrollo de los Estados Unidos, un proceso complejo que implicó la adición de estados a la Unión Americana y la creación de una nueva Constitución.
La necesidad de una nueva Constitución
Estamos a fines del siglo XVIII en el territorio que hoy conocemos como Estados Unidos, recientemente fundado en aquél momento. El gobierno central no para de cruzarse con problemas para gobernar, ya que las deficiencias de los Artículos de la Confederación le otorgaban un poder demasiado limitado.
Esto implicaba que el gobierno no podía recaudar fondos por sí mismo y dependía de los estados para financiar sus operaciones. La necesidad de un gobierno más fuerte y efectivo llevó a la convocatoria de la Convención Constitucional en Filadelfia en 1787.
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En esta convención, los delegados de 12 de los 13 estados existentes en aquél entonces se reunieron para debatir y redactar una nueva Constitución.
El resultado fue un documento que dividía el poder del gobierno en tres ramas (ejecutiva, legislativa y judicial) e implementaba un sistema de controles para evitar que una dominara a las otras. Una vez redactada, la Constitución debía ser ratificada por al menos nueve de los trece estados para entrar en vigor y oficializar la división en estados que hoy conocemos. ¿Cuál sería el primero?
Delaware: el primer estado de la Unión Americana
El 7 de diciembre de 1787, Delaware se convirtió en el primer estado de Estados Unidos al ser el pionero en la ratificación de la Constitución. Aseguró así su lugar en la historia como el primer estado de la Unión Americana.
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Después de Delaware, múltiples estados procedieron a iniciar la ratificación, entre ellos:
- Pensilvana.
- Georgia.
- Nueva Jersey.
Una vez que Nuevo Hampshire se convirtió en el noveno estado en ratificarla, el 22 de junio de 1788, el Congreso de la Confederación dictaminó que la Constitución empezaría a regir el 9 de marzo de 1789.
