En un rincón del oeste de Noruega se esconde un paisaje que parece sacado de un cuento: el Fiordo Geiranger. Rodeado de altas montañas, acantilados y cascadas que se desploman hacia aguas profundas y turquesas, este fiordo es uno de los destinos naturales más impresionantes del planeta.
Su belleza ha sido reconocida a nivel mundial y, desde 2005, forma parte de la lista de Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO. Pero además de ser un lugar de postal, es un sitio lleno de historia, tradición y conexión con la naturaleza.
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¿Por qué Noruega se llama así?
Tres datos clave sobre el Fiordo Geiranger
- Reconocimiento: en 2005 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
- Ubicación: está en la región de Møre og Romsdal, al oeste de Noruega.
- Cascadas famosas: las Siete Hermanas, El Pretendiente y El Velo Nupcial.
¿Dónde queda el Fiordo Geiranger y cómo se formó?
El Fiordo Geiranger se encuentra en la región de More og Romsdal, al oeste de Noruega, y es un brazo del gran Fiordo Storfjord. Tiene una longitud de aproximadamente 15 kilómetros y se formó hace miles de años por la acción de los glaciares, que moldearon el paisaje rocoso mientras retrocedían.

Las paredes del fiordo se elevan hasta 1.400 metros sobre el nivel del mar y en algunos puntos descienden a más de 300 metros bajo el agua. A lo largo del trayecto se pueden ver pequeñas granjas abandonadas, senderos montañosos y cascadas emblemáticas como Las Siete Hermanas, El Pretendiente y El Velo Nupcial, cada una con su propia leyenda local.
El turismo en el Fiordo Geiranger
Gracias a su entorno majestuoso, el Fiordo Geiranger es uno de los lugares más visitados de Noruega. Durante el verano, llegan miles de turistas que eligen recorrer sus aguas en crucero, en kayak o desde miradores como el Flydalsjuvet o la Carretera del Águila, que ofrecen vistas panorámicas del valle.
Además, en el pequeño pueblo de Geiranger, ubicado al final del fiordo, se concentran alojamientos, museos y centros de visitantes que ayudan a comprender la historia y la geografía del lugar. Esta aldea se transforma en un punto clave para explorar la región, especialmente entre mayo y septiembre, cuando el clima es más templado.
Por qué el Fiordo Geiranger sigue asombrando al mundo
Más allá de su atractivo visual, el Fiordo Geiranger representa una armonía única entre naturaleza y cultura. Las rutas que bordean el fiordo, los paseos en barco y las leyendas que rodean sus cascadas crean una experiencia inolvidable para quienes lo visitan.
La conservación del lugar también es clave: Noruega ha implementado planes de protección ambiental para que el turismo no dañe el ecosistema local, demostrando que es posible disfrutar del paisaje sin comprometer su futuro.