Las alpargatas forman parte, sin dudas, del ADN argentino. Junto con el mate y comidas típicas, este cómodo calzado es un emblema de tradición y se utiliza en nuestro país desde hace mucho tiempo.
Forma y estilo
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La alpargata es un tipo de calzado de lona que se elabora con suela de Yute (fibra vegetal) o caucho, y se asegura al pie por simple ajuste. Son de estilo liviano, lo que significa una gran comodidad y docilidad .
Quienes han vestido tradicionalmente alpargatas son los gauchos y campesinos que aún las conservan hoy en día como una elección cotidiana. Sin embargo, su incremento en modelos y variedad alcanzó al público de las ciudades que elige las alpargatas por su extrema comodidad. Son asociadas con la informalidad.
El pasaje por la industrialización llevó a que se realizaran alpargatas con suela de goma pero las originales y buscadas por todos los amantes de este calzado campestre siempre han sido y serán confeccionadas con yute bajo un trabajo manufacturado.
El origen de las alpargatas
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Se cree que tuvo su origen en la sandalia egipcia, en la que luego se inspiraron los romanos para elaborar la tan difundida versión cubierta, que protege al pie del sol y el calor.
En España están documentadas por el año 1300, forma parte del traje típico de los territorios de Aragón, Catalunya, Países Baskos y Valencia como así también del sur de Francia. En España, se utilizaba también como calzado obrero-urbano, o inclusive como calzado para los soldados.
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Llegaron con la colonización a América gracias a los Misioneros Jesuitas, quienes podían así cumplir largas jornadas cómodamente calzados. Y a la zona del Río de la Plata por los inmigrantes españoles, que las adoptaron en sustitución de la famosa Bota de Potro.
Redacción - Victoria Bianco.