Argentina, con sus 2.78 millones de km² de superficie, se posiciona actualmente como el octavo país más grande de la Tierra. Es lógico que, en una nación tan extensa, la creatividad de los nombres de sus localidades y ciudades sea igual de vasta. La inspiración se toma de cualquier cosa, incluso de la bebida.
Es el caso de dos localidades argentinas que tienen nombres de lo más extraño: Cajón de Ginebra Grande y Colonia Cerveza Helada. Algo que puede resultar incluso más gracioso que los títulos mismos son las historias e hipótesis que llevan detrás.
La bebida inspiró a Cajón de Ginebra Grande
Cajón de Ginebra Grande es una localidad ubicada en la provincia de Chubut. Su historia arranca a mediados del siglo XX, cuando un español y su familia pidieron unas tierras en la Patagonia.
Hay dos teorías que rondan su bautismo:
- Versión 1 - Una caja de ginebra -grande, suponemos- se cayó de un carro en medio de la calle y se convirtió en un hito a nivel local.
- Versión 2 - La ginebra se vendía en muchas tiendas diferentes en ese momento. Como la zona más poblada de la ciudad tenía mayor demanda que la segunda zona, se sugirieron nombrarlos "Cajón de Ginebra Grande" y "Cajón de Ginebra Chico".
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Colonia Cerveza Helada: una zona bautizada en nombre del alcohol
Durante mucho tiempo las calles del país entero estuvieron hechas de tierra. La llegada del empedrado y el asfalto disminuyó su presencia, pero de forma sumamente lenta y gradual. Las calles chaqueñas no fueron la excepción a lo paulatino del proceso.
Las personas que tenían que atravesar Chaco para viajar al sur del país durante la primavera o el verano sufrían calores tan agobiantes que paraban sistemáticamente en medio del trayecto.
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La mayor parte de estas estaciones no tenían nada demasiado especial, pero una de ellas sí. En esta parada, los viajeros visitaban a unos "gringos" que les servían cerveza helada.
¿Cómo hacían para ofrecer cerveza helada si en aquella época todavía no había electricidad? La clave era poner mucho hielo en un latón y, dentro de él, la cerveza. El lugar luego fue bautizado en honor a este histórico servicio que habrá salvado a más de un viajero de un golpe de calor.
