Ubicado en una zona estratégica de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el barrio de Retiro combina historia, arquitectura y cultura. Aunque es famoso por su terminal de trenes, es mucho más que un punto de paso: es un rincón repleto de atractivos que reflejan el pasado y el presente porteño.
Desde plazas históricas hasta museos y templos, este barrio invita a ser recorrido con calma y curiosidad. A continuación, te compartimos cuatro lugares imprescindibles que podés visitar si querés conocer más sobre Retiro.
La Plaza San Martín, un ícono verde en medio del barrio de Retiro
Uno de los espacios verdes más importantes de la ciudad es la Plaza General San Martín, que ocupa una manzana entera rodeada de árboles añosos, esculturas y monumentos.
Ubicada en lo alto de una barranca, este parque fue escenario de distintos momentos clave en la historia argentina. En el centro se destaca el Monumento al Libertador, dedicado al general José de San Martín.
Además de su belleza natural, la plaza está flanqueada por construcciones imponentes como el Palacio San Martín y el Edificio Kavanagh, una joya de la arquitectura racionalista que fue el más alto de Sudamérica en su inauguración en 1936.
La Torre Monumental y la historia detrás de su construcción
A metros de la plaza, se encuentra uno de los íconos más reconocibles del barrio de Retiro: la Torre Monumental.
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¿Por qué el barrio de Retiro se llama así?
Fue un regalo de la comunidad británica para conmemorar el centenario de la Revolución de Mayo y fue inaugurada en 1916. Con sus 60 metros de altura y su característico estilo neorrenacentista, ofrece una vista panorámica de la ciudad desde su mirador.
Originalmente conocida como Torre de los Ingleses, su nombre fue modificado tras la Guerra de Malvinas.
La Basílica del Santísimo Sacramento, un tesoro escondido
Muy cerca de la terminal de trenes, se levanta la Basílica del Santísimo Sacramento, un templo católico que sorprende por su fachada de estilo neogótico y su interior lleno de detalles artísticos.
Fue inaugurada en 1916 y financiada por Mercedes Castellanos de Anchorena, una de las figuras más influyentes de la alta sociedad porteña de la época.

Este edificio no solo es un lugar de culto, sino también un espacio de valor arquitectónico y patrimonial que vale la pena descubrir.
El Museo Fernández Blanco y su valiosa colección
Para quienes disfrutan del arte y la historia, el Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco es una parada obligada.
Ubicado en el Palacio Noel, una casona de estilo colonial español construida en los años 20, alberga una de las colecciones más importantes de arte virreinal de América Latina.
Su jardín andaluz, sus salas decoradas con muebles antiguos y sus piezas de orfebrería y pintura lo convierten en un lugar único en Buenos Aires.