Al planificar un viaje por la provincia de Tucumán, muchos turistas contemplan el mapa y así deciden qué lugares conocer. Al realizar esta actividad, varios quedan sorprendidos con el nombre de un curioso paso de montaña: Abra del Infiernillo.
Este punto forma parte de la ruta provincial 307 y está muy cerca de la localidad turística de Tafí del Valle (22 kilómetros), así como también de la emblemática Amaicha del Valle (34 kilómetros).
Y, aunque en el pasado conocer el Abra del Infiernillo era todo un desafío, el acceso actual es mucho más sencillo para quienes tienen experiencias en rutas de altura, repletas de curvas.
¿A qué altura se encuentra el Abra del Infiernillo?
El Abra del Infiernillo es el punto transitable más alto de la provincia de Tucumán, ya que se encuentra a 3.042 metros sobre el nivel del mar, en una zona donde abunda la vegetación.
Al llegar al paso de montaña, no solo es posible contemplar las vistas panorámicas, sino también observar algunas viviendas distantes, pertenecientes a pobladores que pasan sus días en áreas rurales, con el objetivo de cuidar llamas y ovejas, entre otros animales.
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Además, en este lugar también flamean tres banderas: la Argentina, la correspondiente a la provincia de Tucumán y la Wiphala, que representa a los pueblos originarios de la zona.
¿Por qué este paso de montaña se llama así?
Está claro que una de las mayores curiosidades del Abra del Infiernillo es su nombre, que se diferencia en gran medida de otros pasos de montaña de la provincia.
Por un lado, “Abra” es un término muy frecuente en el Norte Argentino para definir una abertura en el camino, que permite viajar entre dos lugares puntuales. En este caso, la unión se produce entre Tafí del Valle y los Valles Calchaquíes.
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Y, por el otro, se cree que “infiernillo” se colocó por lo inaccesible que era este lugar de Tucumán en el pasado. Por fortuna, y como ya hemos mencionado, hoy en día es mucho más fácil visitarlo.
¿Por qué cruzar el Abra del Infiernillo es descrito como una experiencia única?
Al cruzar el Abra del Infiernillo, quien conduce y todos los pasajeros podrán observar un paisaje repleto de verde, sumergido en un clima muy húmedo, que en ocasiones da lugar a jornadas de lluvia y/o mucha niebla.
Pero, a pocos kilómetros de este sitio, el panorama cambia por completo. Como se aprecia en la foto anterior, el suelo es árido y la ruta suele estar acompañada por un cielo azul y despejado en casi todas las jornadas del año.
Es por eso que, según el testimonio de muchos turistas, viajar rumbo a este paso de montaña es una experiencia única y completa, que permite disfrutar de las maravillas de la naturaleza.
