El tubo, de 400 metros de extensión, cruza la calle para unir los tranques de la fábrica con los picos del patio cervecero.
En la ciudad de Santa Fe, dentro de la provincia homónima de Argentina, hay una instalación muy curiosa que es conocida bajo el nombre de “cervezoducto” y se transformó en un atractivo turístico.
Como su nombre lo indica, este tubo cruza la calle que divide la fábrica de cerveza con el patio cervecero. Es decir, permite vivir la experiencia de tomar un “liso” de cerveza, recién salida del tanque en donde se almacena.
De todas formas, lo más impactante es que ningún país de Latinoamérica tiene un “cervezoducto” como el de Santa Fe. Por lo tanto, es un sistema muy llamativo.
El “cervezoducto” es una instalación industrial que está colocada en las inmediaciones de la planta de Cerveza Santa Fe, que se inauguró en 1912 y aún se mantiene como una de las más productivas del país.
Sin embargo, este famoso tubo es mucho más nuevo que la industria, ya que se colocó a mediados de 2010 cuando, a pocos metros de la fábrica, abrió un patio cervecero del mismo nombre.
Entonces, para evitar el traslado de la cerveza en barriles muy pesados y agregarle un tinte turístico a este punto gastronómico de la ciudad, se decidió instalar el “cervezoducto” que desde hace 13 años resalta con sus 400 metros de longitud.
El proceso mediante el cual la cerveza pasa desde el tanque de almacenamiento en la industria al liso (un tipo de vaso tradicional de Santa Fe) de los clientes, es muy sencillo.
Cuando el barman del patio cervecero lo solicita, la cerveza de la fábrica se desplaza en cuestión de segundos por el “cervezoducto”, cruza la calle y se almacena en cuatro tanques del comercio (colocados en un recinto vidriado), donde se guarda hasta su consumo.
Por lo tanto, el producto permanece a una temperatura exacta hasta que se traslada al pico de la barra y es colocado en un liso, listo para beber.
El patio cervecero de Santa Fe, famoso por su “cervezoducto”, está ubicado en pleno centro de la ciudad, sobre la calle Calchines 1398, en un predio que antiguamente funcionaba como estacionamiento de los operarios de la fábrica.
Y, a pesar de que tiene más de 13 años en el lugar, el comercio lleva la cuenta de cuántos lisos de cerveza sirvió desde su inauguración. Es decir, llegaron a la conclusión que en la última década entregaron más de 3 millones de vasos.
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