Los primeros 80 durmientes fabricados con plástico reciclado se instalaron este sábado en la estación Sorrento de la línea Belgrano, en Rosario. Se trata de unidades prototipo, las cuales se colocan para evaluar su desempeño bajo condiciones reales ambientales y de circulación con el paso de unas 500 mil toneladas durante el plazo de dos meses.
Las pruebas mencionadas permiten comprobar en los hechos su desempeño ante los cambios de temperatura y variables climáticas. En consecuencia, los durmientes se instalaron de forma intercalada en una vía junto con piezas de quebracho tradicionales.
La supervisión de la instalación de las piezas estuvo a cargo del ministro de Transporte, Diego Giuliano, y los presidentes de Ferrocarriles Argentinos, Damián Contreras, y de Trenes Argentinos Cargas, Daniel Vispo.
Es importante destacar que dichos durmientes sintéticos ya habían sido sometidos por el INTI a ensayos de laboratorio. En los mismos se evaluó la resistencia estructural de las piezas y su comportamiento frente a hidrocarburos.
El comienzo de la iniciativa
El proyecto nacional de fabricación de durmientes sintéticos se originó en 2021. Surgió a partir del lanzamiento por parte de TAC de un concurso destinado a la provisión de 100 mil durmientes monobloque hechos con materiales reciclados.
El impacto de los durmientes
Las autoridades destacan que este proyecto tiene un triple impacto positivo, ya que:
- Hacen un aporte crucial a la economía social
- Ayudan a resolver la baja oferta de las unidades de quebracho
- Brindan una disposición final a los residuos plásticos de forma amigable con el medioambiente
El proyecto es “un claro ejemplo de cooperación público-privada, con participación del Sistema de Ciencia y Técnica”, detallaron desde el ministerio. Además, “responde a los objetivos trazados en el proceso de Compras Públicas Sustentables (CPS), que implica la articulación de las distintas necesidades de los organismos públicos para adquirir insumos en un mercado que provea bienes y servicios que utilicen menos energía, produzcan menos residuos y sean más durables”.
A su vez, aseguran que la vida útil de un durmiente sintético puede alcanzar las cinco décadas, mientras que “los durmientes de quebracho blanco -que son los que mayormente se comercializan en la actualidad- suelen tener una vida útil de 10 años”.
Fuente e imágenes: Ministerio del Transporte