Alcanzó una longitud máxima de 7 kilómetros, permanece en excelentes condiciones y se construyó para proteger unas reservas de sal.
Al sur de Croacia, en las inmediaciones de la ciudad de Ston, existe un muro gigantesco que permanece en pie desde 1358 y aún conserva un gran porcentaje de sus instalaciones originales.
A diferencia de otras murallas, que se diseñaron para proteger países, ciudades o castillos, la de Ston tenía el fin de evitar el ingreso de intrusos a sus amplias reservas de sal.
Y, aunque su extensión actual es menor que la alcanzada en el pasado, se ha convertido en un punto turístico muy concurrido.
La construcción de la muralla de Ston, que antiguamente estaba ubicada en tierras que le pertenecían a la República de Ragusa, inició en 1358 y sus primeros 1.200 metros se inauguraron 18 meses después.
Sin embargo, ante la necesidad de un muro defensivo mucho más extenso, la obra continuó hasta mediados del siglo XV y finalizaron cuando la estructura alcanzó los 7.000 metros de longitud.
Según los registros, Ston llegó a tener cinco fortalezas y 40 torres defensivas, de las cuales se conservan solo 20. Esto refleja como en el pasado reciente se demolió un amplio sector del lugar.
Además de las enormes reservas de sal, la muralla de Ston también sirvió como protección de comercios, calles y viviendas de quienes habitaban este sector de Europa en el siglo XIV. Es decir, detrás de los muros había:
De todas formas, a pesar de su valor histórico, algunas de las estructuras mencionadas, sumado a un sector de 1.500 metros de la muralla, emplazado en las inmediaciones de Mali Ston, se demolieron hace menos de cien años.
Este suceso incomprensible se llevó a cabo por orden de las autoridades de Mali Ston, quienes aseguraban que la pared de piedra dañaba la salud de sus habitantes. Por fortuna, los trabajos se detuvieron al finalizar la Segunda Guerra Mundial.
Quienes deseen conocer los 5,5 kilómetros actuales de la muralla de Ston, identificada como una de las fortificaciones mejor conservadas y más grandes de Europa, pueden iniciar su travesía en la fantástica ciudad de Dubrovnik.
Desde este punto de partida, el viaje hasta Ston es de tan solo 54 kilómetros y se puede completar en primer lugar sobre la Ruta 8, para luego tomar el desvío de la Ruta 414.
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